Dris Chraibi

Traducida del francés por Inmaculada Jiménez Morell y Leonor Merino.

Dris Chraibi escribe esta novela que marcará a varias generaciones magrebíes «en nombre del padre»: acto de rebeldía, denuncia de la hipocresía, el inmovilismo, la tradición petrificada y el orden mutilador de la ley patriarcal.

16,00


Share

Obra de violenta denuncia de los males de la tribu en palabras aprendidas al otro, al extranjero… Pero El pasado simple es también crítica acerba a Occidente, que fue en un primer instante instrumento de liberación y objeto de admiración por parte del narrador adolescente.

Leonor Merino, «La palabra herida», El País /Babelia, 21/1/1995

Una novela intensa, furiosa, rebelde; una primera novela que su autor lanzó como una pedrada contra un mundo demasiado cerrado y asfixiante, y, de paso, contra la limitada visión europea de la sociedad marroquí.

Ángel Vivas, «Los escritores magrebíes de hoy», Época, nº 521, 20/2/1995

Desbordante, locuaz, irónico, Chraibi es una extraña mezcla de escritor vocacional, impulsivo, y de escritor que se impone a sí mismo el oficio. Si hemos de creerle, comenzó a escribir a los 26 ó 27 años porque pensó que era lo mejor que podía hacer dadas sus circunstancias de «protegido»: medio francés, medio marroquí, ni carne ni pescado. Y porque había un par de cosas que le rondaban por la cabeza. De ahí salieron dos novelas en las que una crítica feroz se repartía por igual entre su sociedad natal y su sociedad adoptiva o adoptada. Dos hitos fundamentales en la naciente literatura magrebí de expresión francesa. Y, metido ya en harina, ha acabado por escribir catorce novelas –trece publicadas y una inédita–, con sus despiadadas disecciones, su socarronería.

–Usted fue considerado por la crítica de los años cincuenta como uno de los primeros escritores magrebíes que defendieron la necesidad de hacer literatura inconformista. Dice usted que era «preferible exiliarse que perderse».

–Yo salí de un medio muy acomodado, con una gran cultura árabe, y recorrí un camino normalmente inverso, elegí ser pobre. Pero no se puede, no se puede en absoluto hacer eso. Cuando escribí ese libro que han llamado «libro monumento», Le passé simple [El pasado simple], no tenía ni idea de lo que acababa de hacer, pero fue una verdadera bomba. Ahora bien, en ese libro publicado en 1954, mi primera novela, no se trataba solamente de la sociedad marroquí, sino de la sociedad arabo-musulmana en su conjunto. Y tenía también una segunda parte, que era la crítica de Occidente… Es cierto, hay que exiliarse para ser uno mismo. Hay que mantener una cierta distancia con respecto a un país para poder hablar de él. E, igualmente, la distancia con respecto a uno mismo. Creo que lo más beneficioso que le puede ocurrir a un ser humano es superarse y superar su propia cultura y sus orígenes. Porque así se va hacia el otro…

Hace año y medio que he terminado otro libro. Un libro magnífico. Pero podría ser una bomba y no sé si quiero publicarlo. Está en un cajón. El título es L’Homme du Livre [El hombre del Libro]. Es una novela concreta sobre un hombre concreto, el profeta Mahoma como ser humano, antes de la Revelación.

Fragmentos de la entrevista con Federico Arbós, El Mundo/La Esfera, 28/3/1992

El recibimiento de la novela… generó no solo un rechazo frontal en Marruecos, sino que desencadenó una auténtica crisis con reacciones violentas en la que Dris Chraibi fue vilipendiado e insultado.

SFQU, «Una coz perturbadora a la sociedad marroquí», Literafricas, 6/04/2018 [véase artículo completo].

Información adicional
Colección

Letras, 10

ISBN

848719821x

Año de publicación

1994

Páginas

360

Tamaño

19 x 10.5 cm

Peso

340 g

Valoraciones

No hay valoraciones aún.

Sé el primero en valorar “El pasado simple”