Beatriz Lecumberri entrevista en El País a Mosab Abu Toha

 

 

Beatriz Lecumberri entrevista a Mosab Abu Toha
Beatriz Lecumberri entrevista en El País a Mosab Abu Toha con motivo de la publicación de su libro "Cosas que tal vez halles ocultas en mi oído. Poemas desde Gaza".

Mosab Abu Toha, poeta del sufrimiento de Gaza: “Cargo sobre mis hombros el peso de los escombros de mi casa y de mis libros convertidos en cenizas”

El escritor, que ha presentado en Madrid la traducción en español de su poemario, galardonado en Estados Unidos, lamenta la pasividad mundial ante la crisis humanitaria en la Franja, que hace que los palestinos estén perdiendo la esperanza

Beatriz Lecumberri
Madrid - 29 NOV 2024 - El País - Planeta futuro

Mosab Abu Toha (Gaza, 32 añ

Mosab Abu Toha (Gaza, 32 años) habla rápido, con la misma urgencia que escribe sus poemas, en los que atrapa detalles e imágenes que transportan al miedo, al hambre, a la pérdida y a la muerte que viven diariamente los palestinos de la Franja. Un gato comiendo entre los cadáveres putrefactos, la mochila escolar de un niño que carga lo que han podido salvar de la casa familiar antes de huir, el polvo de los escombros que lo invade todo, un funeral sin gente.

Su libro Cosas que tal vez halles ocultas en mi oído, (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2024) que ha presentado esta semana en Madrid y ha sido galardonado en Estados Unidos, recuerda a la antipoesía del chileno Nicanor Parra o a los versos de guerra de Miguel Hernández. “Mis ojos están programados para ver las cosas desde el punto de vista de un palestino de Gaza. No puedo escribir de otra cosa o de otra manera”, explica, en una entrevista con este diario en Casa Árabe, en Madrid.

Abu Toha, que creó en 2017 la biblioteca pública Edward Said, la primera en inglés en Gaza, fue arrestado y llevado a una prisión israelí durante tres días cuando intentaba salir de la Franja con su familia hace un año. Está convencido de que fue liberado gracias a sus contactos en universidades y publicaciones de Estados Unidos y hoy vive en el Estado de Nueva York. Allí se ha convertido en una especie de reportero en verso del sufrimiento de los palestinos de la Franja, recogido en buena parte en su segundo libro, “Forest of noise”, por ahora solo en inglés. “Yo sigo estando en Gaza. Me fui, pero parte de mí sigue allá”, asegura.

Coincidiendo con el Día Internacional de Solidaridad con el pueblo palestino, que se celebra este viernes, Abu Toha lamenta que el mundo esté olvidando a Gaza. “Cuando veo unos padres que entierran a su hijo, siento que yo podría estar en su lugar. Creo que sería bueno que las personas fuera de Gaza también vieran nuestra tragedia de esta manera, especialmente en los países occidentales”.

En sus versos, también queda lugar a veces para una esperanza que, según él, los gazatíes están perdiendo: “Pero llegará la primavera y ellos, los que nos bombardean, no encontrarán flores entre las bombas. Estaremos entre los árboles, la luz del sol nos bañará junto a los nidos de los gorriones. Ellos, los que nos bombardean, no tendrán sol, ni lugar donde descansar, ni piernas para correr”, dice uno de sus poemas más recientes.

Pregunta. ¿Nunca ha escrito versos que no hablen de Palestina?

Respuesta. Palestina es el único lugar que conozco de verdad.

P. ¿No podría escribir hoy una poesía sobre las calles o los parques de Madrid?

R. Mis ojos están programados para ver las cosas desde el punto de vista de un palestino de Gaza. No puedo escribir de otra cosa o de otra manera. Por ejemplo, si hago un poema sobre una casa que veo hoy en Madrid, no podré dejar de pensar en la casa que dejé en mi ciudad, en Beit Lahia.

P. ¿Qué es para usted la poesía hoy?

R. Una obligación, una urgencia... Escribo unos versos y los publico. Donde sea. En redes sociales, en páginas de centros académicos o de medios de comunicación. No espero. Mis poemas son también noticias de Gaza que no salen en los medios de comunicación.

P. ¿Cómo ha sido este año fuera de Palestina para usted y su familia?

R. No es fácil ser palestino y vivir en Estados Unidos. Salimos de Gaza gracias a mi hijo, que nació en EE UU y tiene pasaporte. Mi vida tuvo algo de valor por eso, no porque soy un ser humano con derechos. Aun así, fui secuestrado, porque no encuentro otra palabra mejor para definir lo que me pasó. Cuando intentábamos salir de Gaza, en noviembre de 2023, los soldados israelíes me arrestaron en un retén. Me esposaron, me taparon los ojos y me golpearon. Me robaron todo, hasta los pasaportes de toda la familia y la ropa. Fui liberado tres días después sin ninguna explicación, supongo que gracias a que mi esposa se había puesto en contacto con mis editores en Estados Unidos y ellos hicieron presión. Si no, hoy estaría probablemente muerto. Salimos de Gaza el 2 de diciembre de 2023. Pasamos seis meses en Egipto rehaciendo pasaportes y visados y fuimos a Estados Unidos, donde había un grupo de personas que nos recibió.

P. ¿Su manera de hacer poesía ha cambiado desde el 7 de octubre de 2023?

R. No creo que haya cambiado, pero sí estoy usando las palabras de manera diferente y creo que su peso es mayor. Hablo de la misma gente y del mismo opresor, Israel. Nuestro sufrimiento no empezó ese 7 de octubre, me enfada que haya gente que así lo crea. En 1948, mi abuelo tuvo que dejar su casa en Jaffa y murió en un campo de refugiados de Gaza. Era muy joven, ni siquiera le conocí. La ONU habla de nuestro derecho al retorno desde hace décadas, pero estamos en 2024 y nadie ha regresado, más bien al contrario. Las cosas sobre las que yo escribo llevan años pasando. Pero desde octubre de 2023 el nivel de muerte y destrucción es inimaginable.

P. ¿Las palabras se quedan cortas para describir lo que está pasando en Gaza?

R. Por eso escribo poesía. Porque redefine las palabras que estamos usando cada día cientos de veces: masacre, bombardeo e incluso genocidio. ¿Qué es un genocidio? ¿Qué es una masacre? Han perdido su significado y su profundidad, de tanto usarlas. Yo escribo un poema sobre la madre que ha perdido a su bebé o sobre un hijo que llora a su padre e intento describir la historia que hay detrás. Mis versos tienen emociones que las noticias no logran captar.

P. ¿Es difícil atrapar esas emociones cuando se está lejos de Gaza, como es su caso ahora?

R. Yo sigo estando en Gaza. Me fui, pero parte de mí sigue allá. Viví los primeros meses de esta guerra, fui herido en un bombardeo hace unos años. Llevo cicatrices en mi cuerpo y en mi corazón, cargo sobre mis hombros el peso de los escombros de mi casa y de mis libros convertidos en cenizas. Cuando veo unos padres que entierran a su hijo, siento que yo podría estar en su lugar, que ese niño es el hijo de todos nosotros. Sería bueno que las personas fuera de Gaza también vieran nuestra tragedia de esta manera, especialmente en los países occidentales. Se llama humanidad, empatía, solidaridad y no la están practicando.

P. ¿Qué palabra le viene al pensamiento para describir la situación actual de Gaza?

R. Gritos. Los gazatíes gritan porque tienen hambre y miedo, porque lo han perdido todo. Me produce mucho dolor decir esto, pero también están perdiendo la esperanza. Porque el mundo no hace nada para poner fin a este desastre.

P. ¿Qué ha perdido en este año?

R. Decenas de familiares, amigos, alumnos... A mi abuelo, que murió por falta de atención médica en Gaza y no pude besarle la frente antes de que fuera enterrado. También he perdido la vida que hubiera podido tener con mi familia y los momentos que podría haber pasado con mis amigos, yendo en bicicleta a la playa o recogiendo fresas, especialmente con Refaat Alareer, poeta y amigo fallecido en un bombardeo. Y creo que también hemos perdido el lenguaje del miedo.

P. ¿Qué significa eso?

R. Los gazatíes están dejando de expresarse porque llevan 14 meses hablando de lo mismo: bombardeos, muerte, hambre, miedo... Nada de lo que digan describe lo que sufren y además, el futuro puede ser aún peor. Entonces la gente calla y sigue adelante. Además, ven a su lado a otros que están sufriendo aún más y piensan que no tienen derecho a quejarse.

P. ¿Qué le queda de su casa en Beit Lahia?

R. Mi casa estaba al norte, desde mi ventana veía la frontera con Israel. Tuvimos que salir de ahí rápidamente. Cuando fui por última vez, en octubre de 2023, solo me llevé conmigo una copia de este libro que presento en Madrid, otro libro de oraciones y ropa. Dos semanas después fue bombardeada.

P. ¿Cuándo escribió su último poema?

R. La semana pasada. Es una poesía que habla de Gaza como un funeral gigante, pero sin gente y sin sillas, para que las personas que acuden a dar el pésame puedan sentarse, como hacemos los palestinos. Nadie va a ese funeral y en el ataúd solo hay pedazos de ropa, porque el cuerpo estaba pulverizado.

P. ¿Escribe en inglés o en árabe?

R. En las dos. Cuando escribo en inglés, lo hago para el mundo, como un refugiado, un palestino víctima de la ocupación israelí. Cuando escribo en árabe, soy solo un ser humano hablando de cosas más universales.

P. ¿Sigue creyendo que su futuro está en Gaza?

R. Espero, pero no sé si habrá un lugar al que volver. Israel no está dejando nada en pie. ¿Hasta cuando durará esto? No lo sé. Soy solo un poeta escribiendo sobre la pérdida y el dolor.

(artículo completo en El País)


Olga Rodríguez entrevista al autor de "Cosas que tal vez halles en mi oído. Poemas desde Gaza"

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Olga Rodríguez entrevista al poeta Mosab Abu Toha, autor de "Cosas que tal vez halles ocultas en mi oído. Poemas desde Gaza".

Ganador del American Book Award, la presión de editores internacionales logró su puesta en libertad tras su arresto en Gaza hace un año: “No hay ningún poema o idioma que pueda expresar el horror del genocidio contra mi pueblo”
Allí fue interrogado: “Me golpearon en la cara y en el estómago. Después me trasladaron a un centro en el desierto del Neguev, una cárcel donde mantienen secuestrados a cientos de palestinos”.
Tras horas de espera sin recibir información sobre el paradero de Mosab, su esposa decidió proseguir su trayecto hacia el sur de la Franja de Gaza, con los tres niños. Una vez refugiados en una escuela, ella contactó de forma inmediata con editores y amigos de Estados Unidos. De ese modo, el arresto de Mosab se convirtió en noticia en medios internacionales.
“Si no hubiera sido por eso, si yo no publicara en revistas literarias extranjeras, si no tuviera un libro de poesía premiado en EEUU, probablemente ahora estaría muerto o pudriéndome en alguna prisión israelí, torturado”, confiesa en conversación con elDiario.es en la Casa Árabe de Madrid, donde acaba de presentar la traducción al castellano de su primer libro, “Cosas que tal vez halles en mi oído. Poemas desde Gaza”.

Pregunta: ¿Cómo vivió el momento en el que las tropas israelíes le impidieron el paso y le separaron de su familia?

Respuesta: Supe que iba a ser víctima de un secuestro. Y digo secuestro porque de forma sistemática el Ejército israelí lleva años privando de libertad a gente palestina, sin presentar cargos ni celebrar juicio. Yo era un simple escritor, padre de familia, al que acusaban de ser de Hamás, como a tantos otros. Me interrogaron, me golpearon en la cara y en el estómago.

Si mi esposa no hubiera reaccionado de forma tan eficaz, si no se hubieran movilizado editores y organizaciones de escritores, quizá habría engrosado la cifra de muertos y desaparecidos en Gaza. Esa es la realidad. Tres días después me pusieron en libertad. Soy un privilegiado y puedo contarlo. Muchos otros, no.

¿Cómo es su vida ahora?

Pudimos salir de Gaza, muy pocos han podido hacerlo. Nos hemos instalado en EEUU. Pero nuestro vecinos y amigos siguen allí dentro, sin acceso a medicinas, alimentos, ropa.

Es muy doloroso saber que las matanzas continúan. Catorce meses después este horror sigue ocurriendo. No puedo pensar en otra cosa, me siento inútil porque no puedo proteger a nadie, ni a mis estudiantes, ni a mis vecinos. He perdido a 31 familiares en un año, todas las semanas me entero de una nueva muerte de algún vecino o amigo.

Era amigo de Refaat Alareeer, profesor de Literatura Inglesa y poeta...

Refaat fue asesinado por el Ejército israelí en diciembre del año pasado. Fue cofundador de We Are Not Numbers, un proyecto que nos animaba a escribir y a contactar con editores extranjeros. Todavía recuerdo cómo en el verano de 2023 habíamos ido a recoger fruta juntos. Me ofreció dar clases en su departamento. Nunca pudo ser.

¿Cómo vive en Estados Unidos siendo un palestino que ha podido huir de Gaza?

Vivir todo esto desde el país que facilita y apoya el genocidio es muy frustrante. Hace tan solo unos días el Gobierno de Washington volvió a vetar un alto el fuego en Naciones Unidas, es la cuarta vez que lo hace. La comunidad internacional occidental afirma que Israel tiene derecho a defenderse, pero ningún gobierno dice nada sobre el derecho del pueblo palestino a defenderse de la ocupación, de la invasión, de las matanzas.

Hay racismo contra los palestinos y un proceso de deshumanización normalizado. Es devastador ver cómo relatan muchos medios. Algunos siguen dando credibilidad a las mentiras sobre bebés israelíes decapitados y metidos en hornos, pero no cuentan los asesinatos de bebés palestinos. No existimos ante su mirada.

¿Qué deberían hacer las naciones occidentales para detener el genocidio en curso y garantizar los derechos de la gente palestina?

Bastaría con que países como EEUU dejaran de facilitar el genocidio, el apartheid, la ocupación. Algunos gobiernos dicen que están preocupados por las muertes de civiles, de niños. ¿Y? ¡Hagan algo! Cuando se trata de Israel no dicen que están preocupados, no. Cuando se trata de Israel actúan, visitan el país, envían armamento, vetan resoluciones, facilitan apoyo.

El mundo tiene que imponer un embargo de armas ya, suspender relaciones comerciales e inversiones, impulsar un boicot contra las universidades y las empresas que apoyan la ocupación israelí. La gente tiene que pedir a sus gobernantes acción, reacción inmediata, presión para que este genocidio se detenga.

¿Qué hizo Occidente cuando un informe de la ONU alertó, hace años, de que si nada cambiaba Gaza sería un lugar inhabitable en 2020? ¿Qué se hizo para evitar más matanzas contra la Franja, las masacres de 2008, de 2014, de 2021? ¿Qué se hizo para poner fin al bloqueo?

Usted cuelga cada día en sus redes sociales informaciones que le llegan desde Gaza. ¿Qué sabe de su familia y su gente más cercana?

Mi abuelo murió recientemente, a los 72 años, en un colchón, en una tienda de refugiados, porque su casa fue bombardeada. No tuvo acceso a las medicinas que necesitaba, no hay doctores ni ambulancias en esa zona. Muchísimos pacientes con cáncer han muerto por no tener acceso al mínimo tratamiento, lo mismo ocurre con la gente que necesita diálisis u otras medicinas.

¿Por qué tantos gobiernos miran hacia otro lado y siguen diciendo que para que Israel se defienda tiene que asesinar a decenas de miles de personas y dejar morir de inanición a decenas de miles más, entre ellas mi abuelo?

Mi prima Sama, una niña, murió en un ataque israelí hace un mes. Y así, todas las semanas.

De hecho usted anunció en sus redes sociales que Sama y sus padres estaban rodeados por el Ejército israelí, había disparos, alertó sobre ello

Y no pasó nada, al rato los mataron. Escribí: “Treinta personas están en esa casa, rodeadas de tanques y soldados, necesitan ser evacuadas”. Si salían, les disparaban. Veinte horas después, la casa fue bombardeada. Puedes pedirle al mundo entero que salve a una familia, que Israel irá y matará a esa familia.

¿Cómo creció y vivió en Gaza hasta su salida hace unos meses?

Más que vivir, diría que sobreviví. Vivir es poder hacer planes, ir a Cisjordania o a Amman [Jordania] a visitar familiares, recibir en tu casa amistades de fuera, viajar por tu propia tierra, algo que no pueden hacer los palestinos de Cisjordania.

Yo no viví mi infancia. La sobreviví, y fue muy corta. Tenía ocho años cuando vi un helicóptero israelí disparando contra el edificio de mis vecinos, a escasos metros de mí. Quedó reducido a escombros. Ocho años.

El 27 de diciembre de 2008 Israel mató a cuatrocientas personas en un solo día. Yo tenía quince años. Escribí un poema sobre ello, está incluido en el libro publicado en España. Se titula “Heridas”. Y cuando tenía 16 resulté herido, en el cuello. Me alcanzó un trozo de metralla de un disparo israelí.

Así que eso no fue una infancia. Tampoco la de mis hijos. Tuvieron que refugiarse en una escuela durante días, su casa fue destruida, vieron cómo apresaban a su padre. Y ahora no tienen posibilidad de regresar a su hogar, aunque solo sea para ver los escombros de lo que fue. Ahora Israel ocupa nuestra ciudad, Bet-Lahia.

¿Cómo se plantea su futuro?

No sabemos si algún día podremos volver. No sabemos si nuestros hijos podrán regresar y reconstruir nuestra casa. El mundo entero nos está fallando.

¿Se imagina que tras los ataques israelíes de 2008 contra Gaza, en los que murieron 1.300 palestinos, el mundo nos hubiera permitido -e incluso alentado a- matar durante catorce meses a civiles israelíes, a mujeres, a más de 17.000 niños israelíes [es la cifra de niños muertos en Gaza], a destruir universidades y a recibir armas occidentales para ello?

¿Qué consecuencias tendrá todo lo que está ocurriendo?

Estamos asistiendo a la imposición de la ley de la selva en el mundo. Esa es la consecuencia. ¿Qué tipo de país puede hacer todo sin ser castigado, sin que nadie le presione realmente para que se detenga?

Israel mató a siete miembros de la ONG internacional World Central Kitchen este año. No eran palestinos y aún así no pasó nada. El Ejército israelí mató a Hind Rajab, la niña que estaba en el coche con su hermana, en Gaza. Abrieron fuego en ella, la niña lo estaba relatando todo por teléfono, en conversación con la Media Luna Roja, está grabado.

Han pasado 300 días de aquel asesinato. EEUU, que envía balas, bombas y vehículos militares a Israel, dice que sigue investigando, mientras deja hacer. ¿Qué tipo de investigación dura 300 días? Tras el 7 de octubre de 2023 nadie dijo que había que esperar a conocer con detalle qué había ocurrido ese día.

Estados Unidos acaba de anunciar otro envío de armamento, mientras seguimos viendo cadáveres de niños entre los escombros. Todo esto es la ley de la selva.

En algunos de sus poemas habla de la Nakba, la expulsión de más de 700.000 palestinos entre 1947 y 1948, entre ellos sus abuelos

Hay similitudes entre aquello ye la actualidad. La diferencia es que en 1948 no había redes sociales ni teléfonos para que la gente pudiera grabarlo y verlo. Se repiten muchas cosas, aunque ahora la magnitud de la matanza es incomparable. Desde el propio Gobierno israelí algunos han llamado a esto Nakba 2.

Al igual que entonces, los soldados que asesinan o violan son bendecidos en su país, son héroes. Hasta se graban vídeos que cuelgan en sus redes, orgullosos.

Nacimos sin derechos. Y no es nuevo, lleva ocurriendo décadas. Hay ocho mil palestinos en cárceles israelíes, muchos sin cargos ni juicios. Israel puede ocupar ilegalmente nuestra tierra y hacernos rehenes en sus prisiones, sin cargos, sin juicio, pero nos afean cuando decimos que eso es un secuestro.

¿Cuál es su relación con la poesía, con las palabras, con la escritura, tras todo lo vivido?

¿Hay suficientes palabras para esto? No creo que haya ningún verso o idioma que pueda expresar el horror del genocidio que está sufriendo mi pueblo. Lo intento, sin más. Uso las palabras que tengo. Intento dibujar diferentes imágenes con las palabras.

¿Recuerda la primera vez que escribió un verso?

Fue en 2014. Intenté expresar la pérdida de tantos amigos, del futuro, del pasado, del presente. Lo hice en árabe y en inglés. Creo que una de las primeras cosas que escribí fue: “Todavía tengo sueños”.

¿Cuál es su idea de una Palestina libre?

Una tierra donde todos puedan vivir en libertad, independientemente de su religión, de su etnia, de su color, de su lengua. Un país donde todas las personas tengan derecho a existir, sean como sean. Que puedan practicar su religión, hablar su lengua, votar por sus representantes, tener aeropuertos y puertos, entrar y salir, visitar y regresar.

Un lugar que no sea ocupado ilegalmente, en el que no haya apartheid, discriminación, bloqueo, bombardeos. Llevamos mucho tiempo gritando y diciendo que esto es injusto e insoportable, pero nadie escuchaba.

 

(entrevista completa en diario.es)


Mosab Abu Toha convierte en poemas el padecimiento palestino «para abrir mentes y oídos»

Mosab Abu Toha convierte en poemas el padecimiento palestino «para abrir mentes y oídos»

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Presentación de "Cosas que tal vez halles ocultas en mi oído" con el autor Mosab Abu Toha, Ana Rossetti, Karim Hauser y Nono en Casa Árabe de Madrid el 26 de noviembre de 2024.

Rosa Díaz

Madrid, 27 nov (EFE).- El mundo «ha abandonado a los palestinos», según el escritor gazatí Mosab Abu Toha, pero él no ceja en su empeño de relatar su sufrimiento porque «la única manera de detener este genocidio es penetrar en los corazones de piedra de los gobernantes» y hacerles entender que quienes están muriendo «son seres humanos».

El autor de Cosas que tal vez halles ocultas en mi oído, inspirado en el drama de los gazatíes entre 2001 y 2021, acaba de escribir otro libro, ‘Forest of noise’, que captura la vida y la muerte de sus compatriotas en el último año y con el que espera ayudar a «romper el silencio».

Según afirmó el escritor en una entrevista con EFE en Madrid, «Israel no solo mata a los palestinos, sino que además quiere que no se hable de ello» y el silencio que está imponiendo «es cada vez peor, porque los palestinos nunca han dejado de gritar».

Mosab Abu Toha, nacido en Gaza en 1992, sabe que en el mundo hay personas que «escuchan a los palestinos, que saben de su sufrimiento y que se manifiestan en las calles» pidiendo el fin de la guerra.

Pero los gobernantes «son cobardes y racistas» y «siguen vendiendo armas a Israel porque no dan valor a la vida de los palestinos».

El silencio de Occidente

El escritor lamenta que el silencio se haya impuesto en muchos países de Occidente donde, según dice, los medios de comunicación no dan voz a los palestinos.

«Me cuesta hablar con los medios de comunicación occidentales porque no quieren que hable de política -señala-, pero yo lo único que hago es hablar de mí, de mi familia, de mis estudiantes, de mi esposa, que el mes pasado perdió a su tío y a su esposa, y a tres de sus hijas, una de ellas asesinada junto con su marido y sus cinco hijos».

«Si a los palestinos no nos dejan habla de nosotros mismos, ¿qué podemos hacer», se pregunta.

Mosab Abu Toha logró salir de Gaza a finales del año pasado después de haber sido encarcelado por el ejercito israelí y liberado gracias al clamor internacional de sus colegas del PEN Club Internacional y el activismo digital de sus lectores.

Ahora vive en Estados Unidos, pero su alma está en Gaza y sigue el día a día de sus compatriotas a través de las redes sociales.

«El genocidio ocurre a la luz del día y cualquiera que quiera verlo puede verlo en redes, pero los gobernantes no quieren», denuncia.

Durante los meses que lleva en Estados Unidos, Mosab Abu Toha ha escrito un segundo libro que «se parece al anterior, porque habla de los mismos asesinos, del mismo país, del mismo paisajes, pero en el que hay todavía más cadáveres, más escombros y más gritos».

Cuando alguien escribe un poemario como ‘Things you may find hidden in my ear’, en el que hay tanta guerra y destrucción, desea no tener que volver a hacerlo», pero se ha visto obligado por la guerra de Gaza y acaba de publicar en inglés ‘Forest of noise’.

Los gazatíes están perdiendo la esperanza

Reconoce que es difícil que su pueblo mantengan la esperanza después de «catorce meses muriendo» y sabe que «hay muchas personas que ya la han perdido y solo desean morir» porque «¿de qué les sirve salvarse de un bombardeo si poco después llega otro?».

A él mismo le cuesta seguir esperanzado, aunque de vez en cuando recibe alguna buena noticia, como la orden de arresto de la Corte Penal Internacional contra Netanyahu, que en su opinión «llega tarde» pero «demuestra que Israel es un estado criminal» en el que gobiernan «personas peligrosas que ven a los palestinos como animales».

A pesar de que el drama palestino no parece tener fin, Mosab Abu Toha sigue escribiendo en verso las historias de sus compatriotas porque «la poesía no salva vidas ni cura heridas, pero puede abrir los ojos, la mente y los oídos de quien la escucha».

Los muertos en Palestina «no son números, son personas con historias individuales que no quiero que se pierdan». EFE


Mosab Abu Toha presenta en Casa Árabe de Madrid "Cosas que tal vez halles ocultas en mi oído. Poemas desde Gaza"

 

 

 

 

Cosas-que-tal-vez-halles-ocultas-en-mi-oído-Poemas-desde-Gaza Árabe 26nov24
Presentación de "Cosas que tal vez halles ocultas en mi oído. Poemas desde Gaza" en Casa Árabe el 26 de noviembre de 2024. Para acceder al acto es imprescindible inscribirse en este formulario

Carta del poeta de Gaza Mosab Abu Toha tras ser excluido del Festival Mundial de Poesía de Atenas 2024

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Carta de invitación a Mosab Abu Toha al Festival Mundial de Poesía de Atenas 2024 y respuesta del poeta.

Estimado señor/señora: Soy Mosab Abu Toha y le escribo este correo electrónico al conocer la sorprendente noticia de que mi invitación para participar en el Festival Mundial de Poesía de Atenas 2024 ha sido cancelada. La noticia me ha sido transmitida por Dino [su editor] en Facebook Messenger. Recibí la invitación oficial de Irini Papakyriakou, directora artística del décimo AWPF, en febrero de 2024, antes de que Marie-Laure conociera la logística del viaje y la estancia en Atenas durante el festival. En la carta no se mencionaba la inclusión de un poeta israelí en mi evento. Era impensable que tal cosa pudiera suceder, especialmente durante un momento tan horrible para mí y mi gente. Respeto a Dino como amigo y como editor de mi libro en griego, pero creo que merezco una carta oficial suya como organizador del festival, de la misma manera que recibí una carta oficial invitándome. Mi participación en un festival mundial nunca estará supeditada a la presencia de un invitado israelí conmigo. No tiene lógica traer a un poeta de un país que destruyó mi hogar, me secuestró y torturó, mató a mis amigos y estudiantes, y continúa haciéndolo sin vergüenza. Va en contra de la poesía impedir que un poeta como yo comparta mi historia y la de mi pueblo en tiempos tan oscuros. En lugar de brindar el escenario a poetas que pueden hablar sobre la destrucción de su patria durante 76 años, en lugar de invitar a poetas que escribieron poemas sobre sus heridas y sus experiencias al ser desplazados, secuestrados y finalmente exiliados, están anulando la invitación a una voz que ha estado gritando versos bajo los escombros de su casa, bajo los disparos, con los ojos vendados y esposado, mientras lloraba por sus familiares, amigos y vecinos que sufrieron y sangraron durante más de nueve meses. Usted ha insultado a la poesía. Ha insultado a su festival. Ha insultado a la humanidad.

Mosab Abu Toha

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Mosab Abu Toha recitando sus poemas.

Postdata: Acabo de ver su publicación en Facebook. ¿De modo que la poeta israelí canceló su participación y entonces usted canceló la mía, como si mi poesía no tuviera significado salvo si se lee junto a la de ella? Y otra cosa, ¿sabe usted que ella nació en Yaffa, la ciudad de la que mis cuatro abuelos fueron expulsados ​​en 1948? Yo debería haber nacido allí. Mi padre y mi madre y mis hermanos también. Yo debería haber escrito sobre las naranjas de Yaffa y no sobre los escombros de mi casa en Gaza o sobre mis heridas y mi dolor. Quizá entonces no sería el poeta que el mundo necesita escuchar.

[Esto es realmente sorprendente. Mi invitación para participar en el Festival Mundial de Poesía de Atenas ha sido cancelada, simplemente porque los organizadores planearon, al parecer después de enviarme la invitación, emparejarme con una poeta israelí, pero luego pensaron que podría convertirse en una velada “peligrosa”, debido a la oposición de los antipalestinos, arruinando así el festival. Pero, vamos, ¿quién dijo que debería emparejarme con un poeta israelí? ¿Por qué no se mencionó eso en la invitación que me enviaron en febrero de 2024? ¿Y quién esperaba que yo aceptara algo así? ¿¿¿¿¿¿Yo?????? Esto es vergonzoso y repugnante. A los poetas hay que invitarlos para leer y discutir sus poemas, especialmente en tiempos difíciles como estos. Escribo poesía porque es lo que la gente debe escuchar. Emparejarme con un poeta de un país que destruyó mi hogar, que me secuestró y torturó, que masacró a mis familiares, vecinos, estudiantes y amigos, y que continúa haciéndolo sin vergüenza, es muy peligroso e inaceptable.

PD. Me invitaron a este festival en 2023 y no pude obtener el visado a tiempo debido a la negativa israelí a darme un permiso para acudir a la embajada griega en Jerusalén, por lo que me invitaron al festival de este año. Pero…].


"Palestina/48. Poemas del Interior" y "Cosas que tal vez halles ocultas en mi oído. Poemas desde Gaza" en los medios

Mediterráneo-Radio 3-Luz Gómez-Palestina/48-Poemas del Interior
Luz Gómez presenta "Palestina/48. Poemas del Interior" en el programa Mediterráneo de Radio 3

Iñaki-Urdanibia-Voces gazatíes-Mosab Abu Toha-Poemas desde Gaza

La voz de un poeta 

«La identidad, es lo que nosotros legamos, no lo que heredamos, es lo que inventamos, no lo que recordamos» 

                                                       Mahmoud Darwish 

«En Gaza, algunos no podemos morir completamente. Cada vez que cae una bomba, cada vez que la metralla golpea nuestras tumbas, cada vez que los escombros se amontonan sobre nuestras cabezas, despertamos de nuestra muerte provisional» 

                                                       Mosab Abu Toha 

 

El autor del libro que presento, Mosab Abu Toha (Gaza, 1992), es considerado como uno de los exponentes principales de la poesía palestina de su generación; además de poeta, es ensayista, periodista, fundador y director de la Biblioteca Edward Said de Gaza. El libro que presento es «Cosas que tal vez halles ocultas en mi oído», publicado por Ediciones del Oriente y del Mediterráneo. En él se presentan los poemas escritos durante los asedios que Gaza ha sufrido desde 2001 (2008, 2012, 2014, 2021) y los poemas que escribió durante una beca en Harvard y sus estudios en la universidad de Siracusa; esta, su primera obra, recibió varios premios de los más sonados del mundo literario. No está de más señalar que el título se refiere a su oído, que fue dañado gravemente, a sus dieciséis años, a resultas de un bombardeo israelí, de ahí que la dedicatoria del libro vaya dirigida a la otorrinolaringóloga que le atendió, y de ahí resalta la importancia de «los silencios de los muertos, la voz y el paisaje sonoro, las voces de sus seres queridos y el trino de los pájaros que hacen contrapunto a los cazas, los drones y las bombas que aniquilan y siembran la muerte» que destaca con sobrada razón Joselyn Michelle Almeida en la Presentación

«En Gaza, no sabes de qué eres culpable. Es como vivir en una novela de Kafka» dice el escritor en una de las entradas del texto que abre el volumen: Palestina de la A a la Z. Si la panorámica abecedaria que ofrece es, obviamente en prosa, al igual que la entrevista final realizada por Ammiel Alcalay. Tout le reste c´est de la poésie. 52 poemas en los que las lágrimas, la muerte, el humo, las calles en ruinas, los cuerpos mutilados, la pobreza al por mayor, y el único certificado de ciudadanía es el que consta en el carnet de identidad. Versos desgranados en el corazón de las tinieblas, la electricidad cortada cada dos por tres, la muerte provocada de familiares, de niños de los que solamente se halla el biberón tras el bombardeo y los drones que sobrevuelan las ruinas y las solitarias casas que aún quedan en pie, y que en su boquetes dan fe de los impactos (la portada del libro da muestra de uno), como el de su propio despacho, la pared agrietada, el tic tac del reloj parado y los anaqueles con los libros que han volado al suelo. Y su padre, su abuelo, sus conocidos dejan ver su presencia en los sintientes versos que retratan la ciudad estrangulada y desnudada por sus saqueadores. Del mismo modo que quedan homenajeados sus seres queridos, elogia a su inspirador el poeta Mahmoud Darwish y los apoyos de Edward Said, Noam Chomsky, et allii , a los que hace pasear por las polvorientas calles de la tierra mutilada.  

Las preguntas recurrentes de a dónde ir y si no será mejor morir, que hacerlo en vida… y la lluvia de bombas de clavos, lanzadas por los F-16, por los omnipresentes drones, y las continuas explosiones convirtiendo la tierra palestina en un infierno (Dante no los había mencionado), con la gente derretida de miedo, y 

Corrimos a la radio, esa vieja caja sucia 

que a menudo vomita 

sangre y cuerpos despedazados en nuestros oídos, 

hospitales llenos de heridas y quemaduras, 

gemidos, un cadáver, y una niña que ha perdido una pierna 

tirada sobre un catre 

o sobre el suelo ensangrentado. 

Y los muertos a miles. «Y más de dos millones de personas / temiendo por sus vidas», y los habitantes convertidos en anónimos números para la morgue.  

Y una voz de abajo que «…me pide que deje de escribir poemas tan duros, / poemas con bombas y cadáveres, / casas destruidas y calles cubiertas de metralla, no sea que las palabras tropiecen y caigan en charcos sangrientos…» y el rojo de la sangre que todo lo invade hasta los propios cabellos del poeta que no clama a la desesperanza sino que toma la rosa como ejemplo de resistencia: «Nunca te sorprendas / si ves una rosa que resiste / entre las ruinas de la casa; / Así es como sobrevivimos.»…en algún luminoso verso presentaba una flor que brotaba de los restos de un misil, esperanza que igualmente transmite en la entrevista, en la que subraya, a pesar de los pesares, la belleza del mundo con sus mares, sus arenas, sus aguas, sus flores, sus frutos, las higueras… la esperanza de un pueblo y del futuro humano, y resuena, una vez más, la voz del poeta Mahmoud Darwish: «Tenemos en esta tierra lo que hace que la vida valga la pena»… y me resuena en la mente aquella admonición del solar Albert Camus cuando incidía que no eran tiempos apropiados para hablar de flores, o el dramaturgo alemán Bertolt Brecht que señalaba que eran malos tiempos para la lírica... más si cabe la poesía cuando esta es, como decía Gabriel Celaya, un arma cargada de futuro, y de presente… pero dejo de pisar el jardín.  

Concluiré diciendo que diez páginas centrales ofrecen significativas fotos del desastre, con pies de foto llenos de lirismo, reflejando la última la esperanza de la que hablo: «a pesar de todo, las fresas no han dejado de madurar». 

 

Artículo completo en kaosenlared


EN EL DÍA DEL LIBRO, LIBROS CONTRA LA GUERRA EXPRESA SU SOLIDARIDAD CON PALESTINA

Nosotros-amamos-la-vida-Mahmud-Darwish
Poema Nosotros amamos la vida, del escritor palestino Mahmud Darwish

https://drive.google.com/file/d/1vg1SxvzRnCcyFxQM6h1Kt7lnRBZVpI69/view?usp=sharing

 Desde Libros contra la Guerra, una red de librerías y editoriales comprometidas con la desmilitarización social, la justicia y la veracidad, el Día del libro hacemos público el siguiente vídeo en solidaridad con Palestina.

 

TEXTO COMPLETO

Una tormenta de fuego y odio castiga a Palestina. Miles y miles de personas pierden todos los días en Gaza sus hogares, escuelas, hospitales… sus vidas. Un inmenso dolor se añade al de siempre, el que comenzó hace 75 años con la expulsión en masa de un millón de habitantes para crear por la fuerza militar el Estado de Israel en 1948. No es solo una guerra, es pura limpieza étnica, es un genocidio.

 

En “Libros contra la Guerra”, una red de librerías y editoriales puestas en pie contra las guerras que reúne a una multitud de proyectos culturales comprometidos con la desmilitarización social, la justicia y la veracidad, nos negamos a ser parte del encubrimiento sistemático de décadas de colonización israelí que ha arrastrado a Palestina a una desgracia infinita. Hoy presenciamos un nuevo capítulo de la “Nakba”, de la catástrofe, con las fuerzas de ocupación israelíes cometiendo ataques aéreos mortíferos en la Franja de Gaza, intensificando su bloqueo ilegal que dura ya 16 años, cortando el suministro de agua, combustible y otros bienes esenciales. Además, las fuerzas israelíes han detenido a más de 2.000 personas en la Cisjordania ocupada incrementando el uso de la tortura y otros malos tratos y negando a quienes detienen y a las presas en cárceles israelíes —6.800 personas— el acceso a visitas familiares y a ayuda médica. Mientras escribimos esta declaración, 1,5 millones de habitantes de Gaza, la mayoría refugiadas allí por agresiones israelíes anteriores, han sido desplazadas de sus casas a medida que el bloqueo israelí las priva de alimentos, agua, combustible y suministros médicos básicos, y más de 10.000 han sido asesinadas en todo un mes de bombardeos, 4.200 menores de edad, niñas y niños. Hoy, en un contexto occidental de auge del fascismo, hacemos un llamamiento a la honestidad sobre el pasado y el presente. Exigimos libertad y justicia para Palestina.

 

En este momento crítico, debemos utilizar todas nuestras herramientas culturales para detener el exterminio de Palestina y sus gentes. Los crímenes del Estado de Israel se apoyan en la destrucción progresiva de la memoria palestina, incluida la destrucción de archivos de su historia, y en una ola creciente de desinformación, la última de una larga campaña para normalizar los asentamientos y la violencia israelíes y, finalmente, conseguir adueñarse de todas las tierras palestinas. Quienes vivimos en países con gobiernos aliados de Israel tenemos la obligación especial de fortalecer el conocimiento público sobre la colonización de Palestina y sus dramáticas consecuencias, y luchar contra el olvido premeditado, la desinformación y la mentira.

 

Llamamos a:

– Informarse sobre el contexto histórico y las causas fundamentales de los acontecimientos actuales.

– Desconfiar de la supuesta neutralidad informativa. Muchas fuentes de noticias se esfuerzan por presentar las afirmaciones de cada «parte» sin una investigación o contexto independiente, lo que permite propagar la desinformación y encubrir la naturaleza de los acontecimientos actuales.

– Manifestarse contra la censura y apoyar a quienes quieren silenciar por hablar con honestidad sobre la situación en Palestina arriesgando sus profesiones y derechos.

– Que se defienda el derecho a la información y, en coherencia, se restablezca el acceso a Internet en Gaza, junto a todas las demás disposiciones humanitarias.

– Frenar la propaganda de guerra israelí con el desarrollo de programas y actividades en cualquier ámbito cultural y educativo o de enseñanza que incluyan voces palestinas y corrijan narrativas distorsionadas.

– Respaldar la campaña Palestina de «Boicot, desinversión y sanciones» (BDS) que busca presionar al Gobierno israelí para que cumpla con los estándares de derecho internacional, recomendaciones y resoluciones de organismos internacionales como las Naciones Unidas.

– Participar en las movilizaciones de protesta y solidaridad con Palestina.

 

Exigimos:

– Que nuestro gobierno denuncie con rotundidad las contravenciones israelíes del derecho internacional, las persiga judicialmente por tratarse de crímenes de lesa humanidad, y en coherencia, ponga fin al comercio de armamento con Israel. Solo en 2023, el Reino de España ha comprado material militar a Israel por valor de 300 millones de euros, unido a otros 700 millones comprometidos en adquisición de armamento para los próximos años.

– La entrada inmediata de ayuda humanitaria a Gaza, el cese de los ataques y el fin definitivo del asedio.

– El fin total y completo de la ocupación israelí y el respeto al derecho al retorno de todas las personas palestinas exiliadas.

 

La libertad en Palestina está estrechamente vinculada a la lucha global contra el racismo y la creciente islamofobia, estas fuerzas se interponen en el camino hacia la liberación mundial. Como proyectos culturales que nos esforzamos por fomentar el diálogo, el aprendizaje y el pensamiento crítico, derribar estas barreras es nuestro mayor deseo. Necesitamos estrategias y tácticas que funcionen a largo plazo, que puedan guiarnos en la acción de forma efectiva. Desde esta perspectiva, nos comprometemos a difundir voces de todas las procedencias que exigen una solución política y noviolenta del conflicto, incluso cuando esta parece estar más lejos y cuando desde los poderes estatales y los grandes medios de comunicación siguen empeñados en hacernos creer que todo empezó el pasado 7 de octubre. Creemos que es posible analizar las causas y las consecuencias de lo que está pasando sin asumir con resignación que la violencia es la única solución posible. La ocupación y la guerra para perpetuarla es un crimen contra la humanidad. ¡Del río al mar, Palestina será libre!”.

 


30 de marzo, Día de la Tierra Palestina

Día-de-la-Tierra-Palestina-2024
Playa de la ciudad de Gaza antes de la destrucción de la ciudad. En la primera fotografía, un grupo de voluntarios limpia la ensenada en 2018; en la segunda fotografía, los gazatíes disfrutan de la playa en julio de 2022.

Rashid Hussein

Gaza, mi amada

Cansado de los discursos de los enanos, ay Gaza,
cansado.
Detrás de mí está el mar

y el fuego enfrente.
Por eso... camino por mi corazón hacia el fuego
y doy un trago.

            *

Cansado...
Mi piel flojea
mis huesos flojean

mi corazón flojea

y el fuego de mis ojos
se echa un trago.
Por eso...
no llevo cruces
sino que
quemo las cruces
o hago con ellas
barcas que lleven a mis hijos

a la más bella revolución

o a una mañana...

que se insinúa.

            *

Cansado...
Hasta Saladino
oh Hittín
ayer me invitaba a soñar y me decía:
Con canciones me liberaron
con canciones
hicieron hasta de las jaimas de la muerte
de mi tierra... canciones.
En lo alto de los edificios con mi sangre llorosa

me retrataron,
fui libro...
fui cromo...
Retransmitieron toda mi vida y mi país
en cuestión de segundos...
Y cuando me arrestaron...
con canciones me arrestaron
con canciones.

Palestina/48. Poemas del interior

Luz Gómez

Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2024


Genocidio cultural en Gaza

No hace mucho, la comunidad artística de Gaza era una parte vital de la sociedad palestina y un reflejo vibrante de su resiliencia; hoy lucha por existir: el ataque genocida de Israel acabó con una generación de artistas de la Franja de Gaza. El Ministerio de Cultura palestino ha revelado que el brutal e indiscriminado bombardeo israelí de la Franja de Gaza ha provocado la muerte de 28 artistas, intelectuales y autores palestinos desde el 7 de octubre de 2023. El informe destacó el profundo impacto del ataque israelí en el tejido cultural de Gaza y destacó la gravedad de la situación actual. Aquí añadimos a algunos destacados artistas y creadores palestinos asesinados por Israel desde el 7 de octubre que se suman a Refaat Alareer.

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Heba Zaqout ante uno de sus cuadros.

Heba Zaqout, 39 años, artista visual y profesora de bellas artes, fue asesinada el 13 de octubre junto con su hijo. Era licenciada en Bellas Artes por la Universidad Al-Aqsa de Gaza. Muchas de sus pinturas fueron realizadas en acrílico y representaban a mujeres, la patria palestina y la naturaleza. Sus pinturas enfatizaban la identidad y existencia palestina, con paisajes brillantes y alegres, a menudo llenos de mezquitas e iglesias, alminares y cúpulas.

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Heba Abu Nada, escritora gazatí, asesinada junto a su hijo durante un ataque aéreo israelí en Khan Younis el 20 de octubre de 2023.

 

Heba Abu Nada, 32 años, poeta y profesora, murió, también junto con su hijo, durante un ataque aéreo israelí en Khan Younis el 20 de octubre. Su novela El oxígeno no es para los muertos obtuvo el segundo lugar en el Premio Sharjah a la Creatividad Árabe en 2017 con su novela El oxígeno no es para los muertos. En su último tuit publicado el 8 de octubre, escribió en árabe: "La noche en la ciudad es oscura, excepto por el brillo de los misiles; silenciosa, excepto por el sonido del bombardeo; aterradora, excepto por la promesa tranquilizadora de la oración; negra, excepto por la luz de los mártires. Buenas noches". Y dejó este mensaje:«Si morimos, sepan que estamos satisfechos y firmes, y digan al mundo, en nuestro nombre, que somos personas justas/del lado de la verdad».

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Omar Fares Abu Shawis, escritor de Gaza asesinado en el campo de refugiados de Nuseirat por el ejército israelí.

Omar Fares Abu Shawish, 36 años, poeta, novelista y activista social, fue asesinado el 7 de octubre durante el bombardeo del campo de refugiados de Nuseirat en Gaza, donde nació y vivió, después de que su familia fuera expulsada de Barqa en mayo de 1948. Licenciado en periodismo, era miembro de la Unión General de Escritores Palestinos. Abu Shawish era muy conocido por su interés en el mundo de la juventud, había participado en la creación de varias asociaciones juveniles y había recibido varios premios locales e internacionales. Como testimonio de su influencia, el Consejo de la Juventud Árabe para el Desarrollo Integral, de la Liga de Estados Árabes (LAS), le otorgó el premio Juventud Árabe Distinguida en el Campo de los Medios, el Periodismo y la Cultura en 2013. Las contribuciones literarias de Abu Shawish son también importantes: ha publicado varias colecciones de poesía y una novela titulada “‘Alā qayd al-mawt” en 2016.

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Inas Saqqa, actriz y profesora de teatro, asesinada junto con sus hijos Leen, Sara e Ibrahim el 31 de octubre de 2023 por el ejército israelí.

Inas Saqqa fue una reconocida actriz, dramaturga y profesora, especializada en teatro infantil. Murió en un ataque aéreo israelí a finales de octubre junto con tres de sus hijos, Sara, Leen e Ibrahim. Saqqa fue una de las figuras más influyentes e importantes de la escena teatral de Gaza y de las artes creativas para niños en la Franja, organizando numerosos talleres de teatro de verano para jóvenes.
También fue una actriz de talento: las contribuciones de Saqqa al cine incluyen sus papeles en dos películas Sara y The Homeland's Sparrow en 2014.
Sara aborda el crimen de honor y The Homeland's Sparrow se centra en la lucha palestina entre la Nakba (Catástrofe) de 1948 y la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza en 1967. Además de su trabajo como actriz, era conocida por sus contribuciones culturales y su cooperación con muchas compañías de teatro en la Franja de Gaza. También participó en la escritura y producción de varias obras de teatro, entre ellas El oso, Las mujeres de Gaza y la paciencia de Ayoub y Todo está bien.

 

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Yousef Dawas, asesinado el 14 de octubre de 2023 junto con otros miembros de su familia al ser bombardeado su domicilio por el ejército israelí.

Yousef Dawas, músico, escritor, periodista y fotógrafo palestino, de 20 años murió el 14 de octubre en un ataque aéreo israelí contra la casa de su familia en el norte de Gaza. Yousef Dawas hablaba con fluidez árabe e inglés, tanto escrito como hablado, escribía artículos que cubrían una amplia gama de temas y había rodado vídeos cortos sobre sus aspiraciones a viajar y ver mundo –aunque en un vídeo subrayó que soñaba con visitar otras ciudades y pueblos palestinos en lugar de destinos lejanos en el extranjero– antes de que Israel acabara con su vida y sus sueños.

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El joven artista Mohammed Qraiqea, asesinado a los 24 años por el ejército israelí junto a 500 refugiados más en el hospital Al-Ahli.

Mohammed Sami Qraiqea, de 24 años, diseñador, artista, fotógrafo, voluntario y activista, asesinado el 17 de octubre. Es una de las alrededor de 500 víctimas del bombardeo del hospital árabe Al-Ahli, que albergaba a miles de civiles. Incluso en sus últimos días junto a otras personas que buscaban refugio en los terrenos del hospital, Qraiqea se esforzó por aliviar el terror y la ansiedad que consumían a los niños y heridos del hospital, utilizando sus habilidades artísticas y contagiosa energía, lo que llamó “intentar dar primeros auxilios psicológicos a niños y familias”. En un videoclip de una de sus últimas publicaciones en Instagram, se le ve en el centro de un círculo de niños en el patio del Hospital Al-Ahli, entreteniéndolos para distraerlos del estrés psicológico y el trauma a los que estaban sometidos.

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Nooraldeen Hajjaj, joven escritor asesinado por un bombardeo del ejército israelí sobre su casa de Shujaiya.

El 2 de diciembre, el joven escritor Nooraldeen Hajjaj, de 27 años, fue asesinado durante un ataque aéreo israelí contra su casa en el barrio de Shujaiya. Había compuesto la obra Los Grises en 2022 y la novela Alas que no vuelan en 2021. También participó activamente en iniciativas como la asociación Córdoba y la fundación Jornadas de Teatro. Su último mensaje al mundo exterior fue: "Mi nombre es Nour al Din Hajjaj, soy un escritor palestino, tengo veintisiete años y muchos sueños. No soy un número y no consiento que mi muerte sea una noticia pasajera. Di también que amo la vida, la felicidad, la libertad, la risa de los niños, el mar, el café, la escritura, Fairouz [cantante libanesa], todo lo que es alegre, aunque todo eso desaparezca en el espacio de un momento”.

 


Día de Acción Mundial en recuerdo del poeta palestino Refaat Alareer: Lunes 15 de enero 2024

 

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El poeta y profesor palestino Refaat Alareer asesinado en unión de su hermana y sus sobrinos en un bombardeo selectivo contra la casa en que se refugiaba.

El 15 de enero de 2024, cuarenta días después de que el poeta, editor y educador palestino Refaat Alareer muriera bajo los bombardeos israelíes, convocamos un Día Mundial de Acción, seguido de una semana de actos, en los que leeremos su poesía en público y nos negaremos a seguir como hasta ahora, exigiendo el fin del genocidio y la Ocupación.
A finales de noviembre y principios de diciembre, durante la Semana Leer Palestina, Editores por Palestina hizo un llamamiento a la gente de todo el mundo para que leyera obras sobre Palestina y de escritorxs palestinxs. Ahora, pedimos a todo el mundo que salga a la calle y haga de la lectura un acto de protesta.

El 15 de enero, lectorxs de todo el mundo rendirán homenaje a la vida, obra y resistencia de Refaat Alareer (1979-2023) y otrxs escritorxs palestinxs silenciadxs y asesinados por Israel. Cuarenta días después de la muerte de Refaat, personas de todo el mundo recitarán en público uno de sus poemas. La lectura puede ser en tu lugar de trabajo, en tu colegio, en el centro comercial, en el autobús o en la calle. Lee en grupo o en manifestación. Interrumpe la actividad habitual. Graba y comparte tu lectura en las redes sociales. Amplifica las voces palestinas mientras trabajamos para acabar con el genocidio, poner fin a la Ocupación y liberar Palestina. Niégate a que te silencien. #LeePorRefaat, #LeePalestina, #LeeYResiste, #LetItBeATale, #librosconpalestina y #libroscontralaguerra

¿Quién era Refaat Alareer?

Refaat Alareer (1979-2023) fue un poeta, profesor y activista palestino que murió en un bombardeo israelí el 6 diciembre de 2023. Su poema "Si he de morir" se ha traducido a decenas de idiomas y se ha leído en todo el mundo para conmemorar su vida y su memoria y como acto de indignación y resistencia contra el intento de extinguir la vida palestina. Su poesía y su amor por el lenguaje nos imploran que sigamos luchando por una Palestina libre.

Si tengo que morir,

tú tienes que vivir

para contar mi historia

para vender mis cosas

y comprar un pedazo de tela

y algunos hilos

(que sea blanca y con una larga cola)

para que un niño, en algún lugar de Gaza

mientras mira al cielo

esperando a su padre,

que se fue en una explosión

–y no se despidió de nadie

ni siquiera de su carne

ni siquiera de sí mismo–

vea la cometa, la cometa que hiciste,

volando allá arriba

y piense por un momento que es un ángel,

un ángel que le trae amor.

Si tengo que morir

que eso traiga esperanza

que se convierta en un cuento.