Beirut, mil y una ciudades

Beirut, mil y una ciudades

Babelia / El País 14 de agosto de 2020

La capital de Líbano, arrasada la semana pasada por una colosal explosión en el puerto, “es digna de forjarse su propio futuro, grano a grano, momento a momento”, asegura el poeta y ensayista sirio Adonis, que dedica este texto inédito en castellano a la ciudad en que vivió durante muchos años

1

Cómo recuerdo aquel momento sublime de mi primer encuentro contigo, Beirut, y cómo la Plaza de al-Burj, comenzó a descubrirme la historia del Mediterráneo, partiendo de ella. A veces, sueño con ese momento como si estuviera pensando, otras veces pienso en él como si estuviera soñando. Quizá sea el sueño el gran espacio que une las orillas y los horizontes.

En ese momento en el que Beirut se desgarra, le pregunto a su ciudadano ¿crees verdaderamente que Beirut gira en torno al sol? ¿Qué hacemos entonces con todas esas lunas que dicen ser mujeres esperando a sus amantes muertos? ¿Cómo y cuándo se extinguirá esa esfera de fuego entre Beirut y el mundo?

2

¿Beirut? No, no es un aljibe donde se acumulan respuestas. Si no un vientre en el que nacen preguntas. Esa es su incógnita inquietante, única, fascinante y atormentadora entre sus hermanas árabes. Quia. La violencia, en todas sus formas, no puede protegerla ni defenderla. El sectarismo, especialmente en su forma dogmática, fanática e hermética, es incapaz ante ella.

Beirut es un horizonte.

Nada puede cerrar el horizonte.

3

Ayer nació un niño lejos de Beirut, pero se mecía en sus brazos. Le pusieron un nombre que comienza con la letra “A”. Me lo imagino, años después, caminando por una calle, sentado en un café, entrando en una biblioteca, visitando un museo o hilvanando las playas de Beirut con sus ojos.

Me lo imagino tanteando con el corazón la misteriosa distancia entre estrellas. Me lo imagino persiguiendo una paloma que huye de él saltando. Ella se queda cerca de él, pero él la persigue como si jugara.

De repente estalla en llanto, y con sus lágrimas

esboza un ala.

4

¿Alguien quiere ser ola, rama de cedro o cuello de gacela?

¿Alguien quiere ser hermano de la cueva de Afqa?, ¿ser otro río dentro del río de Adonis?

¡Oh, como si ya nadie buscase el néctar en la boca del amor!

Como si nadie ya preguntase ¿cuándo romperá la memoria sus cadenas?

Y ¿de dónde aparecen aquellas arterias por las que fluye sangre en el cielo de Beirut?

El corazón ya no es el mismo, y la cabeza ha dejado de ser cabeza.

¿Por qué se ha convertido el corazón en cuchillo y, la cabeza, en muñeca?

¿Puede ser amor lo que se apoya en el bastón del ocaso? ¿Quién será el que llora entre las columnas y bajo los arcos?

5

Las ciudades rumian sus ruinas, y Beirut contempla, espera y dialoga.

Beirut sabe que solo surgirá un diálogo verdadero entre los que comprenden todo lo esencial, temporal e históricamente, humana y culturalmente. Partes cuya identidad no es un reflejo, sino por lo contrario, un destello e iluminación. Así Beirut sabe que todo diálogo verdadero se construye a base de futuro compartido y las formas de propiciarlo. Dicho futuro común implica dejar atrás pasados y presentes.

Beirut es digna de forjarse su propio futuro, grano a grano, momento a momento.

6

Te conozco, Beirut,

en tu cabeza habita el asombro del mar que imprime en su cuerpo las huellas del sol, imprime sus pasos de ida y vuelta, al amanecer y al atardecer. Habita en ti la desgracia de la luz que emanó por primera vez del planeta de tu alfabeto. Reside en ti la oscura historia, las trampas del espacio y del tiempo.

Aun así, tu cabeza se eleva en las alturas mientras el oleaje de la historia sacude tus pechos.

Beirut, sé que tus pechos son noche y día del mar.

Te conozco, Beirut, y en tu alba confío.

7

A menudo amanece mujer en Beirut.

En Beirut conozco una vida vestida con harapos que ninguna aguja podrá remendar.

En Beirut me muevo entre las curvas de la desesperación y me recojo en el fondo de la imaginación.

En Beirut, mientras el alba esboza sus luces en lugares y caminos desconocidos, la luz me extiende los brazos, y el viento me suplica escribirle su primera ráfaga.

A menudo amanece mujer en Beirut.

8

A escondidas, en Beirut conocí la queja de los dioses de los árboles y las flores insaciables. Mientras yo bebía, el agua corría de mis labios a los de los árboles y las flores.

Le aseguré al niño cuyo nombre comienza con la letra “A” que él vería en Beirut otro sol que no hará más que inventar nuevos juegos con él en las playas y en el regazo de las olas.

9

Beirut, desde que por ti le dediqué a Nueva York aquel epitafio que el mundo escribiría, me pregunto: ¿por qué aumenta mi amor por ti, si tus confines luchan dentro de la geografía de mis entrañas?

Oh, Beirut, ¡tan hondo es tu susurro que cada día desciende sobre mí su estrella a punto de extinguirse!

10

Beirut, la poesía solo puede bailarte amando. Incluso cuando estás enojada con ella, o ella contigo.

Juntas, sois un solo frente en una guerra perpetua contra horizontes que vomitan trapos de plástico, contra musgos que están a punto de convertirse en manzanas, contra el pan que sabe a alquitrán, contra cocodrilos que vagabundean por los callejones vendiendo tartas festivas.

Beirut, la poesía solo puede bailarte amando.

11

Beirut, acógeme,

recógeme bajo tu techo.

Estoy cansado de todas las ciudades.

Beirut es mi cuerpo:

un cuerpo sangriento con heridas abiertas aún por recibir.

12

La Plaza de al-Burj llama a las puertas de la memoria.

Sí, la alegría aún tiene raíces y fuentes.

“La voz del futuro resuena en mi garganta”, dice la Plaza de al-Burj.

Añade: Ahora espero en el lecho de la llama para que no se oxide el sueño.

Traducción de Jaafar al-Aluni

artículocompleto en Babelia / El País


Regala historias de mujeres que han roto esquemas

 

Si casi desconocidas son en nuestro mundo occidental las mujeres que a lo largo de la historia han escrito, han inventado, han alcanzado metas deportivas, han pintado, más lo son las mujeres que han roto los estereotipos de género en el mundo árabe y oriental.
A continuación os presentamos los libros que consideramos más relevantes sobre mujeres excepcionales de este siglo y del pasado

 

 

Meriem, la primera mujer nómada que pilotó en Mauritania.

Hay días en que me pregunto: ¿esa era yo? ¿He vivido realmente eso? ¿O se trata de otra? ¿O es un sueño? Mi vida en el desierto, las largas travesías con el Grupo Nómada, cuando me cebaron, mis matrimonios con… ¿Todo eso ha existido? Lo veo tan lejano. Y si es cierto que era yo, ¿quién soy ahora?
http://www.orienteymediterraneo.com/producto/la-hija-del-cazador/

 

 

 

¡Maldita entre las malditas!

Isabelle recorre travestida de caballero árabe las arenas del desierto en busca de su otra identidad: una identidad que no fuera fruto ni de la imposición ni de la herencia ni del sacrificio.
Con el transcurso de los años pasó de la simple búsqueda de la evasión a una idea fija de libertad total"
http://www.orienteymediterraneo.com/producto/pais-de-arena-relatos-argelinos/

 

 

 

 

Fundadora de la 1ª revista de cómics de mundo árabe "Samandal"

Lena nos cuenta una bella historia de su madre alemana, de Hannover, y relata la "cohabitación pacífica de las contradicciones" que era su familia y su pais, el Líbano. Nos describe una madre fuerte y que encontró su lugar en la ciudad de Beirut durante la guerra de 1982.
http://www.orienteymediterraneo.com/producto/yogur-con-mermelada-o-como-mi-madre-se-hizo-libanesa/                                        


Yogur con mermelada o como mi madre se hizo libanesa

El cómic Yogur con mermelada de Lena Merhej, se ha presentado esta semana en Casa Árabe, en el IEMed en Barcelona y hoy en la Fundación Tres Culturas en Sevilla. En Casa Árabe, junto a Lena Merhej,  estuvo la conocida ilustradora española Quan Zhou que tiene publicado un cómic cuya temática es muy similar, Gazpacho agridulce, ambos cómics relatan  una infancia y adolescencia entre dos culturas (alemana y libanesa, española y china), la del país de su nacimiento y el país de sus padres. Ambas destacan el personaje de una madre, autoritaria, siempre enfadada y con mucho genio.... Yogur con mermelada es una bella historia sobre su madre alemana donde retrata la "cohabitación pacífica de las contradicciones" familiares.

Aquí os dejo el enlace de la presentación en casa árabe con Lena Merhej y Quan Zhou

https://www.youtube.com/watch?v=J8KbNIZuyzE

 


Lena Merhej en el IEMed de Barcelona con Lurdes Vidal, Marta Ballesta y Carles Santamaria

Lena Merhej estuvo en la sede del IEMed de Barcelona presentando su cómic Yogur con mermelada o cómo mi madre se hizo libanesa acompañada por Lurdes Vidal, Marta Ballesta y Carles Santamaria.

Aquí podeis ver el video de la presentación, en catalán e inglés.

https://youtu.be/gnC2MklJ5vI

 


Presentación del cómic YOGUR CON MERMELADA en la Casa Árabe a las 19h30_lunes 26

La libanesa Lena Mehrej presenta en la sede de Casa Árabe en Madrid su novela gráfica, publicada por Ediciones del Oriente y del Mediterráneo. Dialogará con la también novelista gráfica Quan Zhou, autora de Gazpacho agridulce.

En Líbano, el yogur se come desde siempre con sal y pepino rallado (muy picado). Un día, Lena Merhej (Beirut, 1977) vio cómo su madre comía yogur con mermelada y se quedó de piedra. Años después, dibujó esta bella historia sobre su madre, alemana de Hannover, y retrató la "cohabitación pacífica de contradicciones" que era su familia y -quizá no tanto- su país. Una aproximación al mundo árabe a través de los ojos de una mujer de la vieja Europa que prueba que Oriente no está tan lejos y también tiene memoria, nostalgia y heridas abiertas. Alfonso Zapico, Babelia - EL País, 21/04/2018