Cuerpo político negro

 Los escritos compilados en este volumen proceden de épocas y autores tan distintos en edad como en intereses. Cada uno de ellos aborda un tema específico desde un punto de vista, un tono y un género literario diferente. Sin embargo, parten de una experiencia común que sin duda los une en un solo colectivo: el que constituye el Cuerpo político negro de Norteamérica.
Mireia Sentís
Artículos, por orden de aparición, de:

Zora Neale Hurston (Notasulga, Alabama, 1891; Fort Pierce, Florida 1960). Escritora y antropóloga, su obra literaria figura entre las más relevantes del Renacimiento de Harlem.

James Baldwin (Nueva York, 1924; Saint-Paul de Vence, 1987). Brillante portavoz generacional de su comunidad, dedicó novelas y ensayos al análisis de la condición afroamericana. Emigró a Francia en 1948.

June Jordan (Nueva York, 1936; Berkeley, California, 2002). Poeta, ensayista, feminista y activista civil, fue catedrática de Estudios Afroamericanos en la Universidad de Berkeley.

Kobena Mercer (Londres, 1960). Catedrático de Historia del Arte y de Estudios Afroamericanos de la Universidad de Yale, es experto en políticas de la representación.

Bell hooks (Hopkinsville, Kentucky 1952). Artista, crítica cultural y teórica del feminismo, fundó en 2014 el bell hooks institute, dedicado a la investigación de los sistemas de explotación y opresión. Nacida Gloria Watkins, utiliza seudónimo «para combatir el énfasis que suele ponerse en quién habla, y no en qué se dice».

Marlon T. Riggs (Fort Worth, Texas 1957; Oakland, California, 1994). Escritor y director de cine, fue profesor en la Universidad de Berkeley. Recibió un premio Emmy (1987) y el galardón al mejor documental en el Festival de Cine de Berlín (1989).

Cornel West (Tulsa, Oklahoma 1953). Filósofo y miembro de Democratic Socialists of America, ha impartido docencia en las  universidades de Princeton, Harvard, Yale y París.

Lisa Jones (Nueva York, 1961). Dramaturga y periodista en medios escritos y radiofónicos, ha publicado tres libros en colaboración con Spike Lee. Es hija de los escritores Hettie Jones (nacida Hettie Cohen) y Amiri Baraka (nacido LeRoy Jones).

Patricia J. Williams (Boston, 1951). Escritora y catedrática de Derecho de la Universidad de Columbia, Nueva York, publica regularmente en The Nation y forma parte de la junta del Center for Constitutional Rights.

Randall Kennedy (Columbia, Carolina de Sur, 1954). Catedrático de Derecho en la Universidad de Harvard, es autor de numerosos textos sobre asuntos relativos a la raza.

Hua Hsu (Cupertino, California, 1977). Profesor de Filología inglesa en Vassar College, Nueva York, colabora sobre temas de inmigración y multiculturalismo en The New Yorker, The Atlantic, The Wire.

Ira Berlin (Nueva York, 1941). Escritor y catedrático de Historia en la Universidad de Maryland, especialista en África occidental e Historia de la esclavitud en Estados Unidos.

Touré (Boston, 1971). Escritor y periodista, publica en The New York Times, The New Yorker, Vibe, Playboy, y realiza trabajos para televisión. Firma siempre sin su apellido (Neblett).

Craig Steven Wilder Escritor neoyorquino, catedrático de Historia en el Massachusetts Institute of Technology.

Mychal Denzel Smith (Washington DC, 1986). Colaborador de The Nation, The New York Times, Atlantic, y comentarista de radio y televisión (CNN, BBC).

Jesse Myerson Activista del movimiento Occupy Wall Street, publica en The Nation y Rolling Stones. Su verdadero nombre es Vaughan Allen Goodwin.

Carol Anderson Nacida en 1959, catedrática de Estudios Afroamericanos en la Universidad de Emory, Atlanta, recibió en 2016 el National Book Critics Award por su libro White Rage.

Imagen de cubierta: Bill Traylor (Benton, Alabama, 1853; Montgomery, Alabama, 1949). Tenía once años al final de la Guerra de Secesión, y durante toda su vida trabajó como aparcero en la misma finca. A los 85, comenzó a pintar en las calles de Montgomery.
Ficha técnica:
Autor: Mireia Sentís (ed.)
Título: Cuerpo político negro
Traducido del inglés por Malika Embarek y María Enguix
Nota preliminar de Mireia Sentís
ISBN 978-84-946564-5-3 - 304 páginas - PVP 20 euros
colección Biblioteca Afro Americana Madrid BAAM, 10
IBIC JPW Estudios culturales
JPW Activismo político
!KB América del Norte

NOTA PRELIMINAR
Mireia Sentís

En su libro Las almas del pueblo negro (1903), W. E. B. Du Bois escribió:
Entre el otro mundo y yo hay siempre una pregunta no formulada. Todos la esquivan: unos, por delicadeza; otros, por la dificultad de plantearla correctamente. Se acercan a mí de manera vacilante, me miran con curiosidad o compasión, y entonces, en lugar de decir directamente: «¿Qué se siente al ser un problema?», dicen: «Conozco a un excelente hombre de color en mi ciudad», o: «Yo combatí en Mechanicsville» [victoria de los Estados del Norte sobre los del Sur en la Guerra de Secesión], o: «¿No le hacen hervir la sangre esas afrentas sureñas?». A todo ello, según la ocasión, sonrío, me intereso o reduzco la ebullición a fuego lento. A la verdadera pregunta: «¿Qué se siente al ser un problema?», pocas veces contesto. Sin embargo, ser un problema es una experiencia extraña, peculiar incluso para quien nunca ha sido otra cosa, salvo quizá en su primera infancia.
La comunidad negra, cuya ciudadanía no se reconoció hasta la segunda mitad del siglo XIX, fue definida por un conjunto de conceptos que ayudaron a perpetuar la vieja ideología racial respaldada por las instituciones y los medios de comunicación. Medio siglo antes del escrito de Du Bois, Frederick Douglass pronunció su muy difundido discurso «El significado del 4 de Julio para el negro», en el cual declaraba que su gente se sentía totalmente ajena a la fiesta conmemorativa de la libertad de un país que los excluía de ella. Setenta años después de Las almas del pueblo negro, Donald Goines titulaba una de sus novelas policíacas Justicia del hombre blanco, aflicción del hombre negro. En 2016, la profesora Carol Anderson publicó La rabia blanca.Cuatro ejemplos que muy someramente dan cuenta de la resistencia intelectual de una fracción de la población que ha sido tratada, dentro de sus propias fronteras, como extranjera y problemática. Así ha ido conformándose el pensamiento surgido en el lado menos escuchado de la línea del color que todavía recorre Estados Unidos.
Los escritos compilados en este volumen proceden de épocas y autores tan distintos en edad como en intereses. Cada uno de ellos aborda un tema específico desde un punto de vista, un tono y un género literario diferentes. Sin embargo, parten de una experiencia común que sin duda los une en un solo colectivo: el que constituye el Cuerpo político negro de Norteamérica.
M. S.


CLOTEL O LA HIJA DEL PRESIDENTE, relato de la vida en esclavitud en los EEUU

Clotel o La hija del presidente
Relato de la vida en esclavitud en los Estados Unidos de América
Williams Wells Brown
Esclavo fugitivo, autor de «Three Years in Europe»

traducción y notas de Pilar Vázquez
prólogo de Mireia Sentís

Presentamos Clotel o la hija del Presidente, considerada la primera novela escrita en por un ex esclavo. Un texto singular de denuncia del sistema esclavista que suma ficción, autobiografía y reflexiones políticas y filosóficas.

PREFACIO

Más de doscientos años han transcurrido desde que el primer buque cargado de esclavos atracara en las orillas del río James, en la colonia de Virgina, procedente de las costas de África Occidental. Desde 1620, en que comienza el comercio de esclavos,[1] hasta el momento de la independencia de la Corona Británica, el número de esclavos se elevó a quinientos mil; hoy hay cerca de cuatro millones. La Constitución legitima la esclavitud en quince de los treinta y un Estados, lo que une a esos Estados en una Confederación.
En cada palmo de tierra donde ondeen las Barras y Estrellas, al negro se lo considera una propiedad más y cualquier blanco puede ponerle la mano encima con total impunidad. Toda la población blanca de Estados Unidos, tanto en el Norte como en el Sur, está obligada, por su juramento a la constitución y su adhesión a la Ley de Fugas,[2] a dar caza a los esclavos fugitivos para devolverlos a quienes los reclamen y a reprimir por la fuerza toda tentativa de alcanzar la libertad que pueda darse entre los esclavos. Veinticinco millones de blancos se han coaligado en solemne cónclave para mantener encadenados a cuatro millones de negros. En todos los estratos sociales se pueden encontrar quienes tienen, compran o venden esclavos, desde hombres de Estado y doctores en teología, quienes pueden llegar a poseer cientos, hasta aquel que no puede comprar más de uno.
De no ser porque hay personas en posiciones preeminentes de la sociedad, en especial cristianos profesos, que poseen esclavos y, por consiguiente, respaldan el uso, hace tiempo que la esclavitud habría sido abolida. El ejemplo de los hombres influyentes «dignifica la corrupción, haciéndola inmune al castigo»[3]. El gran objetivo de los verdaderos defensores de los esclavos debe ser poner al descubierto la institución, de tal modo que el mundo pueda verla, y hacer que los sabios, los prudentes y los piadosos le retiren su apoyo y la abandonen a su suerte. No le hace mucho bien a la causa de la emancipación alzar la voz para execrar a los traficantes de esclavos, a los secuestradores, a los capataces mercenarios, mientras que nada se dice a fin de reconocer la culpa de quienes se mueven en las altas esferas.
El hecho de que la esclavitud se introdujera en las colonias americanas estando estas aún bajo el dominio de la corona británica es razón suficiente para que los ingleses tengan un vivo interés en su abolición. Y hoy, cuando los grandes ingenios mecánicos han acercado a los dos países, y teniendo los dos una única lengua y una única literatura, la influencia de la opinión pública británica en el Nuevo Mundo es inmensa.
Si los incidentes que se exponen en las páginas que siguen añaden algo nuevo a la información que, mediante publicaciones similares, ya se ha puesto a disposición del público, y, por consiguiente, ayudan a que la influencia británica se haga sentir en contra de la esclavitud en América, se habrá conseguido el principal objetivo para el que se escribió esta obra.
w. wells brown
22, Cecil Street, Strand, Londres.

[1] Fueron mercaderes holandeses quienes llevaron el primer cargamento de africanos y africanas a la colonia británica de Jamestown, en el Estado de Virginia, en 1619.
[2]  Fugitive Slave Law. Esta ley, de 1850, era mucho más estricta que las anteriores. Proteger o ayudar a los esclavos fugitivos pasó a ser un delito a nivel federal que podía ser castigado con grandes multas y penas de prisión. Y, por consiguiente, la ley facilitaba la captura de los esclavos que intentaban escaparse y establecerse en los estados abolicionistas del norte del país.
[3] William Shakespeare, Julio César, Acto IV, escena iii. [Traducción al español de A.L. Pujante, Acto IV, escena ii. 1990.]

CAPITULO I
LA SUBASTA

A esta niña, ¿qué azar,
tan joven y hermosa,
erguida y llorosa,
trajo a subastar?[1]

Con el aumento de la población esclava, en el Sur de los Estados Unidos de América ha aumentado tremendamente el número de mulatos, la mayoría de padre propietario esclavista y de madre esclava. La sociedad no mira mal al hombre que sienta a su hijo mulato en el regazo, mientras, detrás de la silla, la madre continua siendo una más de sus esclavas. Ya hace años que el difunto Henry Clay predecía que la abolición de la esclavitud de los negros llegaría con la fusión de las razas. John Randolph, conocido hacendado esclavista de Virginia y prominente hombre de estado, decía en un discurso en la asamblea legislativa de su Estado natal que «la sangre de los primeros estadistas americanos corría por las venas de los esclavos del Sur». En las ciudades y las villas de los Estados esclavistas, los negros de verdad, o negros puros, no alcanzan a ser más de uno de cada cuatro de la población esclava. Este hecho es por sí solo la mejor prueba de la inmoralidad y de la degradación de la relación entre amos y esclavos en los Estados Unidos de América.
Esto dice la ley en todos los Estados esclavistas: «Los esclavos se considerarán legalmente un bien mueble más,[2] en las manos de sus amos y propietarios, representantes, administradores y cesionarios, a todos los efectos prácticos o de otra índole, y como tales bienes se valorarán, se venderán (o mantendrán), se tomarán  y se tasarán. Un esclavo es alguien que está en poder de un amo, al que pertenece. El amo puede venderlo, disponer de su persona, de su diligencia y de su trabajo. El esclavo no puede hacer nada, ni poseer nada ni adquirir nada, salvo lo que ha de pertenecer a su amo, quien puede corregirlo y castigarlo, siempre que no sea con un rigor inusitado, o de tal manera que lo deje mutilado o tullido,  que lo exponga al peligro de perder su vida o le cause directamente la muerte. El esclavo, en tanto que esclavo, debe tener la convicción de que no tiene derechos legales frente a su amo».

[1] Tomado de un poema anónimo incluido en The Anti-Slavery Harp [“El arpa abolicionista”], una antología de poemas antiesclavistas recogida por el propio Wells Brown. La mayoría de los fragmentos sin referencia a su autor que se citan al principio de los capítulos a lo largo de la novela proceden de esta antología, al igual que el que aparece al final de este.
[2] En inglés, chattel; este término se utiliza en varias ocasiones a lo largo de la narración como sinónimo de esclavo. Incluso existe la expresión chattel slavery, para indicar este tipo de posesión completa del esclavo y su carencia de toda identidad como persona.

Ficha técnica
autor: William Wells Brown
título: Clotel o la hija del Presidente. Relato de la vida en esclavitud en los Estados Unidos de América
Prólogo de Mireia Sentís
Traducción del inglés y notas: Pilar Vázquez
Colección: BAAM, 9
Nº páginas: 256
Formato: 21 x 12,5
ISBN: 978-84-946564-1-5

 

PVP: 16 euros
IBIC BM Memorias
BISAC BIO002000-BIOGRAPHY&AUTOBIOGRAPHY/PEOPLE OF COLOR


Velada en el centro Persépolis en torno a "Todo nada, todo mirada" Sohrab Sepehrí

Como anunciábamos en estas páginas, el pasado 15 de enero se presentó en el Centro Persépolis de Madrid Espacio verde. Todo nada, todo mirada, del poeta iraní Sohrab Sepehrí.
Tras la introducción de Clara Janés, que reproducimos más adelante, la velada se inició con la voz de Shahram Nazeri cantando uno de los poemas del libro.
Después Clara Janés y Ahmad Taherí fueron desgranando a dos voces poemas elegidos de este volumen que reúne dos de los libros de poemas más significativos del autor.

El recitado se acompañaba con la proyección de imágenes del libro que reproducen dibujos y óleos del autor y música del cantante mencionado.
El colofón lo pusieron el té y la charla entre las personas que llenaban la acogedora sala de Persépolis.

Palabras preliminares de Clara Janés:
Me congratulo con ediciones del oriente y el mediterráneo, y con todos vosotros, al presentar el libro que hoy nos reúne: Espacio verde y Todo nada todo mirada, de Sohrab Sepehrí. En el se recogen estas dos obras, la última de las cuales Todo nada, todo mirada, es reedición corregida de la que fue mi primera colaboración con la editorial hace más de 20 años, y, además, la primera traducción de un poeta persa contemporáneo al español, una osadía, por parte de todos, que se ha visto premiada con la buena acogida del público lector. No contaré hoy como descubrí la obra de Sohrab y cómo, al modo de Diógenes, fui buscando por Madrid algún iraní que me ayudara a traducirlo y aparecieron varios, como salidos de debajo de las piedras –uno de ellos Ahmad–, lo que, unido a la altura de la poesía persa, me lanzó a otras traducciones: Rumi, Hafez, Ansari, Abusaid Abuljeir o Forugh Farrojzad y hasta Abbas Kiarostami.

El caso es que en Sohrab detecté siempre algo tan especial que, ya por mi cuenta –Ahmad me lanzó sutilmente a estudiar algo de la lengua–, seguí traduciéndolo, pidiendo ayuda a todo iraní que aparecía por mi casa. Por ello, llegado el momento de reeditar la obra, tenía yo terminado entero Espacio verde Lo revisé entonces todo con Mojgan Salami, pero he de confesar que en estas versiones está la mano de muchos amigos, fundamentalmente de Ahmad Taherí, Said Gharby, diría que también de Afsané Noruzí y Hamid Hosseini, y, por supuesto, la de Mojgan, además de la de Sahán con quien hice la primera traducción. Vaya ahora públicamente mi emocionado agradecimiento a su paciencia.
Considerado uno de los mayores líricos de Irán, Sohrab Sepehrí (Kashán, 1928 - Teherán, 1980) crea una obra que, como puente múltiple, es nexo entre la gran tradición poética escrita en lengua persa (concretamente la poesía de Rumi y la de Hafez) y la universal contemporánea, y entre la cultura de Oriente y la de Occidente.
Sepehrí nació en una zona de oasis y ese fértil "espacio verde" y su búsqueda sin fin (viajó a la India, Japón,  Francia, Italia y España), le llevaron a adentrarse en los invisibles vínculos entre el amor la humanidad y la naturaleza.
Sohrab fue también un excelente pintor y fueron sus estudios en este sentido lo que le llevó a la India y al Japón. Estas estancias completaron su modo de percibir las cosas, lo que se detecta tanto en su poesía como en sus dibujos y pinturas. Por ello hemos querido enriquecer esta presentación proyectando algunas de estas obras. Así pues, todo lo que veis nació de su mano y es fácil percatarse de que su línea purísima es concorde con su aquilatada palabra.
Dentro del panorama lírico actual de su país, los poemas de Sohrab Sepehrí, desbordantes de imágenes inusitadas y de pensamiento, resultan excepcionales por lo abarcador de su alcance intelectual y su carácter filosófico. Sus versos no sólo incorporan la rica tradición mística iraní, sino que se aproximan al Zen japonés, al pensamiento hindú e incluso a nuestro San Juan de la Cruz. No porque sí el filósofo Darius Shayegan, en el preliminar, emplea, refiriéndose a él, la expresión "noche oscura del alma". Dice:

"Que nuestro tiempo sea un tiempo de angustia o un tiempo de espera o una noche oscura del alma no cambia nada de lo esencial; el poeta o el pensador tiene que descubrir solo lo que le ha sido legado desde el origen: el mensaje del Amigo y la fuente de donde manan los mitos de la tierra".

He oído interpretaciones diversas de los poemas de Sepehrí, pero para mí lo importante es una tendencia al bien universal, a la unión en la armonía, y no puedo separar ese sentir de nuestros místicos. Ese Amigo, que surge en sus poemas equivale al Amado de San Juan; su alba, a los "levantes de la aurora", y sus "labios proferentes del agua" que "emitirán destellos" a los "semblantes plateados" de la “cristalina fuente" del místico de Fontiveros, por no mencionar el tema general de las aguas, siempre "a la vista" en sus poemas.

Todo lo que está al alcance de los ojos comporta una epifanía, todo son espejos donde se puede captar la "unicidad del ser". Ahí se sitúa este poeta y por ello sus imágenes son con frecuencia visionarias y su orientación es el bien universal y la unión en la armonía.
Sepehrí, pues, se sitúa así en uno de los planos más positivos del pensamiento de nuestros días y lo hace desde la modernidad, con trazos con frecuencia surrealistas, siempre desde su propia raíz. Partiendo del hoy se remonta, por lo menos, a Sohravardi, el "maestro de la teosofía oriental" que reunió los nombres de Platón y Zaratustra en una mística de la luz.
Entre las obras de Sepehrí destacan, junto al extenso poema Los pasos del agua, cuya traducción incluí en la antología Tres poetas persas contemporáneos, los dos libros que hemos reunido en el libro que  presentamos Espacio verde, y Todo nada, todo mirada (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo) .
"Nuestra misión/ no es averiguar el secreto de la rosa/.../es, tal vez,/ nadar en el hechizo de la rosa", escribió el poeta. Y esto es lo que ahora nos proponemos: dejar toda explicación para sumirnos en la emoción que el poema despierta.

Clara Janés firmando ejemplares de la obra


Li Qingzhao, una poeta china del siglo XII, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid

Poesía completa (60 poemas ci para cantar), de Li Qingzhao, se presenta en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el día 18 de enero, a las 19h 30, en la Sala Nueva. Pilar González España, su traductora, Clara Janés, directora de nuestra colección de poesía, y Tan Linglong recitarán una selección de poemas, acompañados por el músico Luo Jun.
Recomendamos mostrar esta invitación a la entrada del Círculo. Recuerden que la entrada es libre hasta completar aforo.


Poesia completa (60 poemas) de Li Qingzhao, novedad noviembre 2010

Se publica por primera vez en lengua española la poesía completa de la más grande poeta china de todos los tiempos.

Una tarea nada sencilla que, según palabras de su traductora, Pilar González España, la ha llevado a sumergirse «de lleno en la esencia poética y la respiración de estos poemas. Por ello, en esta traducción se ha puesto en marcha el mecanismo de la composición poética, volando por encima de los textos, pero, al mismo tiempo, sin despegarse de las palabras originales, dando prioridad, por encima de todo, a la belleza que transpiran. Se ha incluido el cuerpo de notas al final del texto. Las palabras en cursiva remiten al mismo. La rima no la he usado a propósito. El poema hubiera resultado con un tono clásico, medieval si hablamos del s. xii, que no se hubiera correspondido en absoluto con la naturalidad y sensualidad, además de la modernidad, de la lengua china de Li Qingzhao. (...) he dejado algunas que proyectaban, de repente, un nuevo brillo al poema, haciéndose eco de melodías ocultas, antiguas, como una evocación, de lo que el poema podría ser en lengua china original».

Pilar González España

 viento detenido
     polvareda de perfumes
flores últimas

     se hace tarde en la noche

¡estoy tan cansada
     que no puedo ni cepillarme el pelo!

las cosas permanecen
          los hombres no
todo en su final se acaba

     quisiera hablar
pero mis lágrimas se precipitan

     dicen que en Shuangxi
la primavera es aún hermosa

podría navegar allí
          en una barca ligera

pero quizá esta sea tan pequeña tan frágil
que no pueda soportar el peso
     de tanta melancolía


Li Qingzhao nació en 1084, en Li Cheng (actual Jinan) en la provincia de Shangdong. Su origen ilustre y una educación intelectual y artística forjaron el espíritu de esta mujer que no abandonaría jamás la poesía a lo largo de toda su vida. A pesar de lo excepcional de la situación (una mujer escritora en la China del s. xii), su calidad y maestría literarias convencieron a todos los historiadores y letrados, tanto del pasado como del presente, de que se trataba, sin lugar a dudas, de la más extraordinaria mujer poeta de toda la historia de la poesía china. El núcleo temático y vital de Li Qingzhao fue el amor, un amor que se extendió y modificó, siguiendo el periplo de su vida y su corazón. Ella y su marido Zhao Mingchen (1081-1129), bibliófilo, coleccionista y de una gran cultura, compartieron la creación poética y el trabajo de erudición.
Ficha técnica: - Autora: Li Qingzhao - Título: Poesía completa (60 poemas ci para cantar) - Edición y traducción del chino de Pilar González España - Colección: «poesía del oriente y del mediterráneo», 33 - Nº páginas: 208 -  ISBN: 978-84-96327-77-1 - PVP: 18 euros


Florina Ilis, premio Courrier International 2010

La Cruzada de los niños, considerada la mejor novela extranjera publicada en Francia.

¡FELICIDADES! 

Información completa en http://www.courrierinternational.com/article/2010/10/20/une-epopee-heroico-satirico-mystique

Reproducimos un fragmento traducido de la entrevista del Courrier International a Florina Ilis tras la concesión del Premio.
Entrevista íntegra en http://www.courrierinternational.com/article/2010/10/21/la-roumanie-dans-le-miroir
Rumania en el espejo

Con La Cruzada de los niños, la rumana Florina Ilis bosqueja un vasto y hermoso fresco del su país. Razón  por la cual el Courrier International le ha concedido este año el premio al mejor libro extranjero. El libro fue unánimemente saludado desde su aparición en 2005 en Rumania.
F. I. es la escritora del momento. La tríada lectores-escritores-críticos por una vez han dejado de lado sus disputas para convenir que la literatura rumana ha visto emerger una voz nueva, de suma originalidad...
¿Cómo se explica usted el éxito de La Cruzada de los niños? ¿La gente está harta de la política  y, sin embargo, querría leer un libro que la critica califica de "fresco de la Rumania contemporánea"?
No creo que la gente esté harta de la política, por lo menos no tan harta como para ponerse a leer literatura. Me gustaría que fuera así. La Cruzada de los niños llegó, creo, en el momento oportuno. De ahí su éxito. Respondía a una espera. Hay momentos en que las naciones necesitan escritores que enarbolen un espejo de su época. Mi novela es ese tipo de espejo. Trabajé en él cinco años, pero no de forma continuada. Durante ese tiempo, salí varias veces al extranjero e interrumpí su escritura para redactar mi tesis doctoral.
Como se trata de una especie de fresco de la Rumania contemporánea, me vi obligada a seguir prácticamente todo lo que sucedía en el país, tanto política como socialmente. Los medios de comunicación están bien representados en mi novela, pues su papel es esencial en la acción, traté de comprender los mecanismos de la construcción de las imágenes mediáticas, la manera en que esos medios usan el poder que detentan en la sociedad contemporánea, cómo se hacen imprescindibles en la época que representan. Además, como el libro cuenta con muchos personajes infantiles, para reproducir lo más fielmente su universo, traté de estar al día en todo lo que ocupa la mente de los colegiales, desde la música que escuchan, sus películas preferidas, los actores que más les gustan, sus ídolos deportivos, la lengua específica de su edad hasta sus más profundas preocupaciones. No me olvidé del mundo gitano, traté de observar lo que sucede, en medio de nuestra indiferente vecindad, en el seno de ese universo, dotado de leyes estrictas, que rechazamos con vehemencia a causa de nuestra incapacidad para comprenderlo.
La autora participará en un encuentro-lectura el 18 de noviembre a las 19 h en el Institut Culturel Roumain, sito en el distrito VII de París.
* El Courrier International es un semanario de actualidad, publicado en París. Cada semana ofrece la lectura de la mejor prensa mundial, traducida al francés. Desde su creación en noviembre de 1990, el Courrier ha recogido en sus columnas artículos de 1300 periódicos -desde el New York Times, al Diario de las Maldivas-, lo que significa 25000 periodistas citados.


Abdelatif Laabi

Abdellatif Laâbi, invitado por la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo de Sevilla, antes del acto en la Casa del Libro -concebido como una conversación entre el autor y la traductora de su libro Fez es un espejo-, se reunió con l@s integrantes del club de lectura "Tres con Libro", que había elegido esa novela autobiográfica como lectura del mes de septiembre

Laâbi y l@s integrantes del club de lectura departiendo en torno a un café.

Abdellatif Laâbi en conversación con Inmaculada Jiménez Morell en momento de la conversación entre Abddellatif Laâbi e Inmaculada Jiménez Morell en torno a Fez es un espejo... antes de conocer la "noticia" que de ella daría en su "Bazar de Sevilla",  el diario La Razón al día siguiente, 28 de septiembre de 2010, y que no nos resistimos a transcribir íntegra y literalmente: El mundo árabe a través de los libros. La escritora, traductora e intérprete iraquí Abdellatif Laâbi, Premio Goncourt de Poesía 2009, participó ayer en una "visión del mundo árabe a través de los libros". Laâbi, residente en Madrid, fue la protagonista del acto organizado por la Fundación Tres Culturas en la Casa del Libro ofreciendo un punto de vista enriquecido por su profesión. La escritora ha traducido al árabe textos de Rafael Alberti o Fernando Savater y mantiene una activa defensa de las mujeres.

http://4.bp.blogspot.com/_ziBoY9civ90/TLd4jWMXGeI/AAAAAAAAAS0/D5TKejCF_6k/s1600/Abdellatif+La%C3%A2bi_sep_2010CASA_LIBRO.jpg

http://1.bp.blogspot.com/_ziBoY9civ90/TLd8tGnW-cI/AAAAAAAAAS4/4LYhJkewQPQ/s1600/La%C3%A2bi_laraz%C3%B3n.jpg
Alejandro Luque, se hizo eco de la visita de Laâbi en El Correo de Andalucía y en mediterráneo sur Revista digital de Algeciras a Estambul. Artículo completo en mediterráneo sur


SOPHIE CARATINI en el Salón Internacional del Libro Africano de Tenerife

Sophie Caratini, autora de Hijos de las nubes, participa este año en el Salón Internacional del Libro africano (SILA ), que se celebrará del 22 al 26 de septiembre en el Puerto de la Cruz de Tenerife.

A las 18:30 del día 22, dialogarán Sophie Caratini, Mbareck Ould Beyrouk y Pablo Martín Carvajal.


Sophie Caratini y los "Hijos de las nubes" por Bahia Awah

Cada vez que voy a realizar un viaje de esos largos y me detengo a hacer mi maleta recuerdo cuando de niño me fijaba atentamente en cómo mi padre ensillaba su dromedario cuando se iba de bauah[1] en busca de agua, pastos o ejerciendo de dayar[2] detrás de las huellas del ganado extraviado. Tres cosas fundamentales preparaba la noche anterior al viaje, un buen guirba[3], un znad[4] y su mecha de nur[5] y un cuchillo de lemleida[6]. Claro que los tiempos cambian y cada generación sigue el inevitable curso evolutivo de su sociedad. Yo cada vez que viajo de Europa a África lo primero que guardo en mi mochila es un libro de viaje, un libro que no me aburre, un libro y un autor que me hacen compañía con pasajes literarios como los de Javier Reverte, Ramón Mayrata o Ryszard Kapuscinski. Pero en mi viaje de noviembre del pasado año 2009 elegí, acertando, el libro de otro escritor, Hijos de las nubes (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo) de la etnóloga Sophie Caratini, en su entretenido periplo en busca de la sociedad saharaui en los años setenta.

La primera vez que oí hablar ella fue en 1994 en Nuagchot, la capital mauritana. Mi tío me dijo:
–Aquí tengo un libro en francés escrito por una historiadora gala y que habla del Sahara. Creo que no te va a gustar, porque enfoca su contenido desde el tribalismo en la sociedad saharaui, pero es muy interesante, léelo. Su título, Les Rgaybat 1610 - 1934. Cogí el libro y lo estuve hojeando varios días para determinar cómo la autora quiso proyectar su mirada sobre los saharauis centrándose en el estudio de una tribu. Era una edición en lengua francesa, y no la puede disfrutar por el poco dominio que tengo de esa lengua, pero me llamó la atención. Había fotos del Emir de Adrar mauritano junto con notables jefes tribales saharauis de aquella época, como Mhamed uld Eljalil, entre otros. Mi tío me indicaba que la persona de cabello largo que estaba al lado de ese notable saharaui era mi tío abuelo, Omar uld Awah, que fue su auxiliar cercano.

Dieciséis años más tarde de conocer ese libro llegaba a mis manos otro trabajo de esa misma escritora, Hijos de las nubes, sobre las experiencias de aquel viaje para su trabajo de tesis, en 1975. Subrayé en la primera parte del libro este párrafo con el que uno aquellos jóvenes Polisarios explicaba, al conocer que la joven era una etnóloga francesa, qué pretendían ser los saharauis con su proceso anticolonial y antitribal, “Queremos construir una sociedad justa e igualitaria. Nuestras tradiciones prueban que somos capaces de ello. Los habitantes del desierto siempre practicaron la solidaridad, la ayuda mutua y el sentido del honor. Entre nosotros no hay clases explotadoras ni reyes ni emires. … somos un pueblo libre y orgulloso y en nosotros tenemos con qué construir una sociedad moderna mucho más democrática que la vuestra”.
Sophie en aquellos años, como estudiante recién licenciada, venía con el propósito de estudiar una estructura tribal que sin embargo los saharauis declaraban abolida en su nuevo proceso liberador como un pueblo y no como un conjunto de tribus, algo que las potencias occidentales usaron para perpetuar su dominio colonial en África. Enfrascado en la lectura del libro cuando me lo permitía mi trabajo, seguí con Caratini, su atrevido y desafiante periplo por muchos lugares en el desierto. Alguno de esos lugares llegué a conocer y tengo referencias de otros en esa geografía de fronteras mauritano saharauis. Viví con mucha emoción la gran carga literaria con la que describía sus días y sus noches entre beduinos, muchos de los cuales estaban politizados por aquellas circunstancias, y se sentían arraigadamente bien identificados con su nacionalidad saharaui. Era el caso del joven del párrafo mencionado con anterioridad o del otro joven universitario que la atendió cariñosamente con su botiquín de guerrero. Ambos eran estudiantes, estaban muy influidos por los movimientos de liberación de la época y alzados clandestinamente contra el dominio colonial, porque "hay cosas que para lograrlas han de ser ocultas".
Cuando Sophie en 1975 buscaba encontrar hueco entre aquellos nómadas saharauis, yo me hallaba expuesto a los nuevos cambios políticos que estaban surgiendo muy cerca de esas fronteras en las que se encontraba la etnóloga, convertido en niño de guerra, huido en aquel éxodo, separado de mi familia por el conflicto, un suceso hacia el que Sophie en aquellos convulsos años no acababa de orientar su atención como etnóloga. Era una estudiante occidental que acababa de adentrarse en lo más profundo del desierto para compartir la vida de los pastores nómadas y vivir su experiencia como etnóloga que iniciaba el largo periplo de un investigador sediento por conocer y reflexionar sobre la teoría de los pueblos nómadas y sus orígenes. Como ella escribía, “pese a todo quise escribir mi tesis, el libro de su historia. Para ellos, en primer lugar, pues creía que no había que ocultar los engranajes de la estructura social, sino analizarlos a fin de poder superarlos“. Leyendo el libro en los campamentos de refugiados saharauis la imaginé muchas veces en aquellos años cerca de los desplazamientos que me condujeron al refugio. Poco tiempo después de que ella abandonara la zona, pasábamos muy cerca nosotros los refugiados sumidos en la pesadilla del éxodo, a veces bombardeados por la aviación marroquí, y otras perseguidos por las tropas mauritanas. Era yo un niño atendido y arropado por los Polisarios, pasando por Um Draiga, Guelta Zemur, muy cerca de Bir Umgrein, Tifariti y Ain Bentili, huidos en dirección al exilio que nos tocaba sufrir y ver cómo injustamente hasta hoy perdura por más de tres décadas. A los que hemos vivido aquella apocalipsis del 75 y 76 sin lugar a dudas que estas líneas itinerantes nos traen ingratos recuerdos, pero a la vez un necesario y merecido repaso a nuestra Historia expuesta con un croquis social etnográfico trazado desde el comienzo de su segunda edad de oro, que surgiría a partir del nacimiento del Polisario hasta nuestros días.

En ocasiones, en los campamentos saharauis, cuando sacaba Hijos de las nubes para seguir su lectura, mucha gente se fijaba en su título y me lo pedían para quedárselo. Pero siempre les respondía que no era mío, sino de una amiga que me lo había prestado y estaba esperando a que concluyera su lectura y devolverlo. Porque no es un libro que se lee y se abandona o se pasa a otros, es investigación sobre nuestra Historia. Finalmente opté por forrarlo para no llamar la atención y complicarme en más respuestas. El lector puede que se enganche desde el primer momento como igual puede que le resulte difícil seguir el hilo en las primeras páginas cuando Sophie narra cómo intentaba salir de Nuagchot en busca de los saharauis nómadas y abandonar una ciudad donde reina la incertidumbre, la búsqueda del buen linaje y la exhibición de lo que aparentan ser las cosas, y no lo que son en realidad. En su lectura viví con dolor su enfermedad, sentí con mi corazón sus días de soledad, tan débil, haciendo el camino de regreso a través de itinerarios pedregosos y polvorientos, desplazándose en coches militares con su fragilidad ante las nuevas circunstancias después de consumir toda la fuerza y vitalidad que desplegó para conversar, entrevistar, meditar, escuchar y reflexionar. Todo el afán por sacar adelante un reto ante su desafío de futura etnóloga que pretendía recoger parte de la historia de aquella sociedad de nómadas del que le hablaba en la Universidad de Nanterre su profesor Ahmed Baba Meska. El hombre que ese mismo año se uniría a los dirigentes saharauis en su lucha.
Destaco el lado humano que se despierta en Sophie cuando se encuentra con el joven médico Polisario de larga melena, símbolo anticolonial y antitribal de la época entre los saharauis aunque ella tal vez desconocía este hecho, que le atendió con su botiquín y los pocos antibióticos de que disponía para sus compañeros que dejó alzados en los montes de Ergueiua, a prestar auxilio a una francesa enferma en un frig de beduinos. Al menos en su peor momento encontró un futuro médico para acompañarla y tratar de salvar su vida, si no con medicamentos al menos con su humanidad y complicidad. A la pregunta de Sophie sobre cómo se llamaba el joven le respondió:
–No puedo decirte mi nombre, basta con que me llames “el compañero de las montañas”[7].
Con eso quería decirle que era un guerrillero Polisario, clandestinos aún en aquellos difíciles años, perseguidos por la metrópoli. Y diría para finalizar que en el libro hay un grato momento cuando Caratini nos retrata a Luali, el mítico dirigente Polisario, sin saber ella entonces quién era. En su encuentro Luali le expone el ideal revolucionario concebido por el pueblo saharaui.

Por todos estos motivos considero que Hijos de las nubes, que no pueden ser otros que los saharauis, es una obra para dedicarle un merecido tiempo de lectura, de meditación y reflexión sobre y para el pueblo saharaui y su proceso de descolonización tratado con imparcialidad por una etnóloga francesa.

Bahia M. H. Awah
Poemario por un Sahara Libre

[1] Persona beduina con mucha inteligencia que se encarga de buscar, montada sobre un dromedario, lugares de nuevas acampadas y pasto para el ganado
[2] Buscador de camellos
[3] Odre para llevar agua
[4] Varita de hierro fundido utilizado tradicionalmente entre los saharauis para encender fuego friccionándola con una piedra silex y una mecha
[5] Especie de algodón para hacer la mecha que se obtiene de algunas plantas del desierto. Tiene un olor muy agradable en la combustión
[6] Cuchillo usado en la década de los 60 del pasado siglo revestido de nácar
[7] Estrofa del himno del Frente Polisario

artículo completo en el blog Generación de la Amistad Saharaui


Abdellatif Laâbi en Sevilla

 Abdellatif Laâbi, premio Goncourt de poesía 2009, conversará con Inmaculada Jiménez Morell, traductora y editora de ediciones del oriente y del mediterráneo, sobre su novela Fez es un espejo. El fondo de la tinaja, el próximo 27 de septiembre a las 19:30 en la Casa del Libro de Sevilla.

El relato autobiográfico de este poeta, novelista, dramaturgo, ensayista... ha sido elegido por el club de lectura "Tres con libros" para este mes, con motivo del ciclo "Marruecos en Tres Culturas", que actualmente se lleva a cabo en la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo.