Chadia Arab

Presentación de Belén Luján y Jesús Díaz Formoso, posfacio de Houria Alami Mchichi y traducción del francés de Ana García Jiménez

Esta obra, a través de las entrevistas con temporeras marroquíes de la provincia de Huelva y con responsables del programa de migración circular establecido entre Marruecos y España, analiza los engranajes de este programa, pensado para responder a las necesidades de mano de obra en el campo español y regular los flujos migratorios entre Marruecos y la Unión Europea, pero en el que las mujeres son las grandes olvidadas: unas emigrantes de “usar y tirar”, como expresa una de las temporeras.

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Esta emigración de supervivencia ofrece a las señoras de la fresa oportunidades de emancipación y autonomía. Es útil a España y Marruecos por medio de un deal que puede parecer inaceptable y plantea una cuestión ética: mujeres contra fresas. ¿Las mujeres españolas habrían aceptado esas condiciones para recolectar las fresas? ¡No! ¿Habrían aceptado separarse de sus hijos durante tres meses o más? ¡No! Se buscó, por tanto, no muy lejos, obreras dóciles, con criterios muy estrictos para que estas indeseadas no permanecieran en territorio español. ¿Puede imaginarse siquiera a miles de mujeres españolas trabajando en los invernaderos de fresas por un salario miserable en una región que se enriquece gracias a la comercialización del oro rojo? Enseguida habrían aparecido denuncias contra las condiciones de trabajo y alojamiento, contra la dureza del trabajo, y reivindicaciones salariales. ¿Qué otro trabajo impone a los adultos una vida en colectividad sin el más elemental respeto al derecho a la intimidad? Los procesos de emancipación no deben hacernos olvidar la precariedad y las condiciones de reclutamiento de estas mujeres, elegidas entre las más frágiles, desde un punto de vista social, de su país. Todos estos factores persiguen evitar la menor rebelión, la menor reivindicación, por pequeña que sea.

Chadia Arab

Chadia Arab: »No regularizar a los extranjeros es fomentar el trabajo ilegal, la explotación y la violencia»

Su trabajo es esencial para que la fruta y la verdura lleguen a los mercados, pero antes del coronavirus muy pocos se acordaban de ellos y ellas. Con la preocupación, primero, de quién recogería la cosecha tras el cierre de fronteras y con el foco puesto ahora en los rebrotes en varias empresas frutícolas, los temporeros y temporeras extranjeros que cada año trabajan los campos e invernaderos de toda España en condiciones laborales muchas veces abusivas no han sido esta vez tan invisibles como de costumbre.

La investigadora Chadia Arab, profesora de Geografía Social y Geografía de las Migraciones en la universidad de Angers, conoce muy bien esta realidad y, en especial, la de quienes ella intencionadamente denomina «las señoras de la fresa»: temporeras marroquíes contratadas directamente en Marruecos por salarios a menudo ínfimos para hacer la campaña de frutos rojos de la provincia de Huelva, una región que, como dice Arab, «se enriquece gracias al oro rojo». A ellas, habitualmente olvidadas, silenciadas e ignoradas, da voz en su libro Las señoras de la fresa (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2020), que acaba de publicarse en español.

Laura Sanz-Cruzado, entrevista para Público (18/07/2020)

[entrevista completa]

 

PRESENTACIÓN DE LAS SEÑORAS DE LA FRESA EN TRAFICANTES DE SUEÑOS

Información adicional
Colección

Sociedades, 11

ISBN

978-84-948759-9-1

Año de publicación

2020

Páginas

224

Tamaño

210 x 125 mm

Peso

260 g

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